Más de 700 jóvenes y niños, de entre 3 y 18 años, procedentes de 30 países de cuatro continentes conviven en el colegio-internado de La Inmaculada, en el municipio de Armenteros, en Salamanca, cuyo futuro se encuentra seriamente amenazado por la falta de fondos debido a la crisis.Se trata de una institución atípica, con más de 60 años de vida, en la que se acoge y educa tanto a hijos de ministros y mandatarios de otros países como a huérfanos y niños de familias sin recursos
Comentarios
Animo para el padre Juan. Como salmantino me siento orgulloso de su proyecto y espero que salga adelante.
A ver que tiene que decir@quemandoiglesias y demás turba anticlerical de todo esto. Y ojo, que yo no soy creyente.
#2 Pues que si hiciera la misma labor social sin mezclar la religión sería incluso más loable. Dicho esto, yo he estado haciendo labores de ayuda a través de una ONG budista, a veces hay que hacer de tripas corazón y pensar que si el fin es bueno, las excusas para hacerlas pasan a un segundo plano.
#3 Estoy de acuerdo contigo. En mi mundo ideal la solidaridad y la beneficencia están basadas en el amor al prójimo, sin ningún se mágico o proselitismo por médio. Pero yo queria saber (por curiosidad) que opinión sobre este tema tiene alguien lleno de odio y al que se le permite un nick como 'quemandoiglesias'.