Hace 4 años | Por Nortec a elpais.com
Publicado hace 4 años por Nortec a elpais.com

La Unesco reivindica la figura del médico húngaro que hace 170 años demostró que la falta de medidas higiénicas de los médicos transmitía enfermedades a sus pacientes

Comentarios

Nortec

#2 No cuesta nada.

Pero es que lavarse las manos (cuando es necesario) parece que es propio solo de "niños" o personas neuróticas. Acabemos con eso.

Lavarse las manos es de personas inteligentes.

Nortec

Sigo alucinando con que, a día de hoy (26 de febrero de 2020), y en Europa Occidental, haya seres humanos adultos que no se lavan las manos:
- antes de comer
- después de ir al baño
- antes de cocinar

Espero que esta mierda del coronavirus nos enseñe a los adultos lo mismo que tratamos de enseñar a nuestros hijos.

tusitala

#1 Y al llegar a casa después de estar todo el día por ahí tocándolo todo.

D

#1 Yo desde hace unos años tengo una nueva zona de desgaste en los zapatos de sujetar las puertas de los baños con los pies para evitar el esparcimiento de mierda ajena.

a

#1 en esta sociedad nuestro problema es el contrario, tenemos un n ivel de higiene demasiado alto y la falta de contacto con patogenos hace que aumenten tanto las alergias y las enfermedades autoinmunes

Nortec

#5 Hasta donde yo entiendo, una cosa es que los adultos nos lavemos las manos solo cuando es necesario (que tampoco es tanto), y otra cosa es esterilizar todo.

Urasandi

#1 Así nunca te acostumbrarás a los micobrios.

Trigonometrico

#1 La higiene en ese aspecto es muy importante, pero también es bueno no llegar a la paranoia. Tal vez alguna gripe o catarro sea provocada exactamente por ese motivo, pero no se conocen muchos casos de pacientes en los hospitales que hayan sido ingresados por algo así. He visto a demasiadas personas en muchas bodas comiendo cigalas con las manos a las 5 de la tarde, y no se han lavado las manos desde que han salido de casa a las 9 de la mañana; es sólo un ejemplo de tantos.

a

#1 antes de ir al baño, y despues del baño. es lo mas correcto, el tesoro no puede tocarse sin lavarse las manos.