La ciudad de México esconde una librería antigua con una colección única y perfectamente seleccionada, cuya existencia es un secreto. Max Ramos creó hace seis años este laberinto de la nostalgia. Solo los bibliófilos de culto lo saben y, para disfrutarlo, tienen que llamar a un teléfono móvil y pedir una cita. No cualquiera puede ir. Solo aquellos que valoran la nostalgia. Aquellos que saben disfrutar el olor a viejo y entienden lo que significa una primera edición o un libro autografiado.
Comentarios
Interesante, pero creo que resulta más valioso elevar el aprecio de la ciudadanía media por los libros que cuidar la nostalgia de las elites.
Como bibliotecario que ha trabajado para patrimonio bibliográfico, catalogando libros de Fondo antiguo para que estén en una Base de datos nacional, y saber en qué biblioteca, centro archivo etc. están, y que un investigador vaya y los consulte, lo de este librero me da vergëunza ajena.
Teléfono, cita previa, secreto, cerrado.
En fin, éste no es el camino de la documentación, por suerte.
Y lo de oler libros, vino, y librería cerrada, parece más una parafilia.
P.D.
Si realmente se quieren buscar cosas interesantes antiguas, lo mejor es dejarse de librerías cerradas y consultar proyectos tan loables como:
http://www.europeana.eu/
¿Qué tal una foto de Einstein que se conserva en el Archiv der sozialen Demokratie (AdsD)?
http://www.europeana.eu/portal/record/2022037/6C70F71049A5CCDB2DFD2740304847192B494686.html?start=10&query=albert+einstein&startPage=1&rows=24