Hace 9 años | Por mmlv a eldiario.es
Publicado hace 9 años por mmlv a eldiario.es

Cada mañana, decenas de personas hacen fila en los centros de salud para que les saquen sangre. Se levantan, ayunan, van al ambulatorio, entregan la citación, esperan unos minutos y una enfermera o enfermero les pinchan con una aguja; después salen con un algodón en el brazo y corren a tomar un café y algo de comer. Una rutina, un proceso automatizado, como si de una fábrica se tratara. Este proceso, claro, se complica si el paciente no tiene brazos.

Comentarios

D

Pues como el paciente no tenga sangre, ya ni te cuento lo que se complica...

D

A mi me la sacaban de las venas del pie.