Durante un día particularmente lluvioso pero por lo demás normal, de repente empiezan a desprenderse piedras y barro de una montaña. Una enorme roca cae rodando cuesta abajo y, afortunadamente, se detiene justo antes de aplastar un coche parado en la carretera.
Comentarios
#0 Esto ya tiene añetes... llegamos de lunes con resaca eh?
#1 hoygan, un respeto, que es mi lunes y me lo follo como quiero
esto en Euskadi pasa cada día, se pone la roca en su sitio y listo, estos chinos son muy flojos
el típicu argayu