El ciudadano portugués Paulo Jorge R. S., residente en la comarca de Ferrol, creyó haber conseguido la técnica perfecta para repostar gasoil gratis. Consistía en robar por la noche matrículas de automóviles estacionados en las proximidades del hospital público Arquitecto Marcide. Luego las colocaba en su BMW 318 y se dirigía principalmente a la estación de servicio de Alcampo, en el polígono de A Gándara, llenaba el depósito y se iba sin pagar. En la cámara de seguridad quedaba grabada la matrícula, pero del otro turismo.
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Un juzgado de lo penal de Ferrol acaba de condenarlo a 16 meses de prisión como autor de un delito continuado de falsedad en documento oficial (el cambio de las matrículas) y otros cinco meses de multa a razón de seis euros diarios por las sucesivas faltas de hurto, más días de localización permanente por dos faltas de estafa.
Un sinpa. Pero que pagará en comodos plazos.
joder que barato sale robar...