Publicado hace 13 años por --212289-- a paralelo36andalucia.com

Cuando le preguntaban de dónde era, él respondía que de Salvochea, una aldea a tres kilómetros de Riotinto, en Huelva. “Cada vez que lo decía, me pegaban una paliza. Había que llamarla El Campillo, como a ellos les gustaba”, recuerda ahora Ricardo Limia a sus 94 años. Esos “ellos” a los que hace referencia son los fascistas de todo pelaje que le arruinaron media vida.

Comentarios

D

ups, perdón