En marzo de 2011, 769 familias campesinas fueron expulsadas por la fuerza del Valle de Polochic. Sus viviendas y cultivos fueron quemados y tres campesinos murieron como consecuencia de la violencia empleada en el desalojo por parte de los cuerpos de seguridad del Estado y la empresa Chabil Utzaj. El presidente de Guatemala se comprometió hace un año a dar casa y tierras a los afectados, pero no cumplió su promesa y las familias siguen en la cuneta. Relacionada: Guatemala desaloja a la fuerza a campesinos indígenas