Publicado hace 11 años por Bender_Rodriguez a arquehistoria.com

Sus dones de mago, iluminado y curandero llegaron a oídos de la zarina Alejandra que, desesperada una noche ante la hemorragia incesante de su pequeño hijo, el zarevich Alexis, que padecía hemofilia, le mandó llamar a palacio… En efecto, el niño se curó. Se cree que el remedio fue una especie de hipnosis a la que fue sometido. No obstante, se curó, y desde aquel día, la zarina jamás pudo apartarse del siniestro curandero, que se convirtió en su confesor y su mayor confidente.

Comentarios

conversador

De "dones de mago" nada. Este era "su secreto" http://wappy.ws/pene-rasputin-20060103.html

maloona