"El actual ciclo solar, el número 24, está siendo inusualmente tranquilo. La actividad solar ha disminuido un 46% respecto a otros ciclos y parece que la tendencia continuará de cara al siguiente, que además llegará con 4 años de retraso. Esto podría tener algún efecto en el clima terrestre."
La teoría de los rayos cósmicos galácticos y su influencia en la formación de nubes es, por el momento, sólo una teoría. Hay otras teorías que también son plausibles pero también están sin demostrar, sobre la posible forma en que la actividad solar afecta a las temperaturas: aunque la TSI (la radiación total del sol) se mantiene prácticamente constante, sí cambia el espectro de frecuencias. En concreto, cambia bastante la cantidad de energía que llega en el espectro ultravioleta. La estratosfera es sensible a algunas bandas de frecuencias en el ultravioleta, puede producir más o menos calentamiento de la misma. Y eso puede influír en el clima que se experimenta más abajo, modificando las corrientes de aire al cambiar el gradiente de temperatura, y alterando por tanto la distribución del calor por la superficie terrestre. Mayores diferencias de temperatura entre unos lugares y otros dan lugar a menores temperaturas promedio (por aquello de que la radiación hacia fuera es proporcional a T^4). Mientras que si las nuevas corrientes de aire distribuyen mejor el calor a lo largo del planeta, reduciendo diferencias entre unos lugares y otros, la temperatura media sube.
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La teoría de los rayos cósmicos galácticos y su influencia en la formación de nubes es, por el momento, sólo una teoría. Hay otras teorías que también son plausibles pero también están sin demostrar, sobre la posible forma en que la actividad solar afecta a las temperaturas: aunque la TSI (la radiación total del sol) se mantiene prácticamente constante, sí cambia el espectro de frecuencias. En concreto, cambia bastante la cantidad de energía que llega en el espectro ultravioleta. La estratosfera es sensible a algunas bandas de frecuencias en el ultravioleta, puede producir más o menos calentamiento de la misma. Y eso puede influír en el clima que se experimenta más abajo, modificando las corrientes de aire al cambiar el gradiente de temperatura, y alterando por tanto la distribución del calor por la superficie terrestre. Mayores diferencias de temperatura entre unos lugares y otros dan lugar a menores temperaturas promedio (por aquello de que la radiación hacia fuera es proporcional a T^4). Mientras que si las nuevas corrientes de aire distribuyen mejor el calor a lo largo del planeta, reduciendo diferencias entre unos lugares y otros, la temperatura media sube.