Que cada innovación de Google supone un nuevo reto para la privacidad de los usuarios es algo que ya se da por supuesto. Uno ya sabe que cuando se registra en un nuevo servicio le está entregando parte de su alma a la compañía, pero baja la cabeza e intenta disfrutar de lo que ofrece el producto sin pensar en qué está ocurriendo con sus datos y su privacidad. De alguna forma hemos aprendido a vivir con Google y a aceptarlos pese a la desconfianza.
Comentarios
La gente se está montando unas paranoias importantes con un dispositivo que todavía no está en el mercado. Vamos a esperar primero a ver qué posibilidades ofrece y luego ya veremos si hay que regular su uso, digo yo.
Ah, y de la misma forma que si quedo con alguien a tomar café no me pongo a chatear por WhatsApp mientras me habla, tampoco me dejaría puestas las "Google Glass" o similares. Ni las llevaría mi interlocutor, si quiere seguir disfrutando de mi compañía. Es de sentido común.
#2 No es lo mismo: puedes llevarlas puestas y sencillamente no estar usándolas de manera activa. ¿Qué pasará si alguien usa unas Glass (o alguno de los clones que saldrán si tienen éxito) con cristales graduados? Espero que al menos tengan un LED indicando si están grabando o no, para mí con eso bastaría. Eso sí, tendrían que hacerlo de algún modo que no se pueda apagar el LED en una ROM "cocinada" como hacemos con los móviles Android
El progreso es imparable y en estas cosas que es progreso en estado puro deberíamos tirarnos a la piscina sin mirar atrás... es un futuro que llegará si o si... lo mejor te guste o no es vivirlo y pasarlo si ha de pasar...
OLA K GLASSES???