Hace 12 años | Por Tomaydaca a eduardpunset.es
Publicado hace 12 años por Tomaydaca a eduardpunset.es

El cuatro de mayo por la tarde lo pasé con unas doscientas cincuenta alumnas adultas en el Establecimiento Penitenciario de Mujeres Madrid I de Alcalá Meco. Lo que saltaba a la vista eran jirones de vidas ajadas, quejidos de obligadas ausencias, ecos de libertades perdidas, amargos borbotones de sentimientos y amores. También, un cierto optimismo al constatar que el pasado fue peor, mucho peor, que el presente. La mayoría estaba allí porque las habían identificado en los aeropuertos como portadoras de droga, que ellas no consumían.

Comentarios

Tomaydaca

Demasiada tristeza hunde en los abismos de la soledad y la incomprensión de lo que pasa, pero un poco es necesaria para ser más consciente de lo que está ocurriendo; se está algo menos alerta de lo que están los castigados por el miedo paralizante y algo más de los que no han sabido lo qué es la tristeza.