Creamos el problema cuando construimos las ciudades para los vehiculos en lugar de para las personas, lo alimentamos cuando damos respuesta a los problemas de los vehiculos no de las personas, lo cronificamos cuando resevamos espacio para los vehiculos no para las personas... no se si estoy expresando el patron con claridad.
Estamos dando prioridad a los vehiculos ante las personas, mas de uno podria preguntarse si los vehiculos no son personas de primera categoria y las personas vehiculos de segunda.
#2 Los vehículos no son entes ajenos a nosotros que vienen de vacaciones a nuestras ciudades. Los vehículos son de las personas que viven en ellas, personas que consideran que mejoran su calidad de vida o les permiten organizar su vida de forma más eficiente que el transporte público, por ejemplo, para poder hacer la compra despues de recoger a los niños del colegio o para poder aceptar un trabajo que de otra forma le supondría varias horas de desplazamientos diariamente.
Con esto no quiero decir que haya que dar rienda suelta e ignorar los problemas que generan, pero tratar el problema obviando algo tan evidente solo nos va a llevar a soluciones equivocadas o que van a tener el rechazo frontal de mucha gente.
"No combatimos el problema porque no lo haríamos bien".
A mi no me convence. Siempre me ha parecido dejación de responsabilidades y poco interés en construir alterativas atractivas.
Esto es como decir, "si quitamos a los políticos corruptos entrarán nuevos corruptos, no hagamos nada"... excusas de mal pagador de los políticos para no hacer el trabajo que les corresponde. A mi también me caen muchos marrones en el trabajo y problemas difíciles de solucionar, pero los resuelvo, no me quedo cruzado de brazos por que me despiden. A los políticos mediocres también habría que despedirlos.
Por que los coches como cualquier elemento que opera en el espacio publico no solamente se adapta al espacio que se le asignado en el medio con el que se relaciona, sino que debido al potencial de las caracteristicas de su diseño parasita ese espacio hasta llegar al extremo, de que se comporta como un "niño capricho y mal criado", invadiendo aquellos lugares que en principio le son ajenos y que son de uso comun.
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Creamos el problema cuando construimos las ciudades para los vehiculos en lugar de para las personas, lo alimentamos cuando damos respuesta a los problemas de los vehiculos no de las personas, lo cronificamos cuando resevamos espacio para los vehiculos no para las personas... no se si estoy expresando el patron con claridad.
Estamos dando prioridad a los vehiculos ante las personas, mas de uno podria preguntarse si los vehiculos no son personas de primera categoria y las personas vehiculos de segunda.
#2 Los vehículos no son entes ajenos a nosotros que vienen de vacaciones a nuestras ciudades. Los vehículos son de las personas que viven en ellas, personas que consideran que mejoran su calidad de vida o les permiten organizar su vida de forma más eficiente que el transporte público, por ejemplo, para poder hacer la compra despues de recoger a los niños del colegio o para poder aceptar un trabajo que de otra forma le supondría varias horas de desplazamientos diariamente.
Con esto no quiero decir que haya que dar rienda suelta e ignorar los problemas que generan, pero tratar el problema obviando algo tan evidente solo nos va a llevar a soluciones equivocadas o que van a tener el rechazo frontal de mucha gente.
"No combatimos el problema porque no lo haríamos bien".
A mi no me convence. Siempre me ha parecido dejación de responsabilidades y poco interés en construir alterativas atractivas.
Esto es como decir, "si quitamos a los políticos corruptos entrarán nuevos corruptos, no hagamos nada"... excusas de mal pagador de los políticos para no hacer el trabajo que les corresponde. A mi también me caen muchos marrones en el trabajo y problemas difíciles de solucionar, pero los resuelvo, no me quedo cruzado de brazos por que me despiden. A los políticos mediocres también habría que despedirlos.
Por que los coches como cualquier elemento que opera en el espacio publico no solamente se adapta al espacio que se le asignado en el medio con el que se relaciona, sino que debido al potencial de las caracteristicas de su diseño parasita ese espacio hasta llegar al extremo, de que se comporta como un "niño capricho y mal criado", invadiendo aquellos lugares que en principio le son ajenos y que son de uso comun.