Cristina Fernández de Kirchner ha decidido construir su propia realidad a fuerza de transmitir sus discursos en cadena nacional. De por sí se trata de un gesto autoritario que persigue forzar a los argentinos a que le presten atención, a que nadie escape de sus análisis barnizados de una oratoria, que si bien en otros tiempos causaba admiración, en la actualidad aparece mínima y con claros síntomas de chabacanería.
Comentarios
SPAM ----> @vaargentina