Varios agentes de policía del condado de Los Ángeles se presentaron con una orden de registro en el domicilio de Justin Bieber para investigar la implicación del joven en unos actos de vandalismo sucedidos en su barrio. Durante el registro, los agentes encontraron cocaína aunque no pertenecería al canadiense sino a uno de sus acompañantes.
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Es un malote.