Este domingo, el proyecto serio que montamos en MMM (los diarios Somos) organiza, junto con unos chicos de Barcelona (Persianes Lliures) un evento bien gordo que demuestra una vez más que no hace falta esperar a que el Ayuntamiento o la Comunidad hagan algo por ti.Es evidente la suciedad del barrrio y las numerosas firmas feas que manchan no sólo persianas, sino también puertas, ventanas, marcos, estatuas y todo lo que pillan. Es una de las cosas que más desagradan a los vecinos de Malasaña, que no pueden evitar torcer el gesto cuando miran.
Comentarios
Llamar "persianas libres" a un evento en el que necesitas un permiso de los organizadores para poder pintar y se pone una fecha para que puedas pintar sólo ese día, no me parece muy libre. De hecho, es justo lo contrario de la libertad que el street art defiende.
#1 Ah, es que firmar asquerosamente en las persianas de otros es superguay y alternativo...
#2 No sé si es superguay y alternativo, lo que sí sé es que tener que pedir permisos a una asociación, al ayuntamiento, para que te dejen un día y donde ellos te digan, no es libre.
Puede ser mejor, puede ser peor, más bonito o más justo, pero no libre.
#1, #3 La asocicación de vecinos, los comerciantes (no el ayuntamiento) le ofrecen un lienzo y una plataforma a los artistas dentro de una iniciativa que busca llamar la atención sobre el lamentable estado de las calles a causa de las pintadas. Cada graffitero es libre de aceptar la oferta y participar en algo común haciendo algo por los demás, o de rechazarla y continuar marcando con su firma ególatra y egoísta las calles que son de todos.
Pintar una calle que no te pertenece, sobre la que no mandas, o una persiana ajena, siguiendo únicamente tu propia voluntad, no es un acto de libertad. Todo lo contrario: es un acto de imposición.