El viejo Yak buscaba esas palabras cariñosas que le decía el anciano, con sus interminables historias, palabras que no entendía, pero sentía en el fondo de su alma (suponiendo que los perros tengan alma), El viejo Yak volvió a soñar, era un ser feliz había recuperado la ilusión de vivir, tenía un motivo, escuchar las historias de Elena cada mañana.
Comentarios
#0 Te corregiría las erratas en el titular pero, teniendo en cuenta lo poco que va a durar este envío mejor ni me molesto.
Échale un ojo a esto, anda, creo que te hace falta: http://meneame.wikispaces.com/Comenzando
Edito: a pesar de todo te he corregido las erratas.
#1 Gracias lo he visto cuando se ha publicado, es endemoniadamente complicada esta aplicación pero me gusta.
Gracias por tu corrección, tuve un accidente y solo puedo escribir con la mano izquierda, aun no estoy muy habituado.
gracias amigo. seguiré tu consejo.