A estas horas lamentables suelo compartir algo de música.
Hoy, con vuestro permiso, me apetece compartir un viejo cuento soviético, de los años veinte, que me parece realmente exquisito, especialmente pos los dos niveles de lectura que ofrece.
Espero que os guste.
Nota aparte: como no lo encontraba por ahí lo he subido a un blog que gestiono yo. Por si os pareciese spam, para quitarlo.
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A estas horas lamentables suelo compartir algo de música.
Hoy, con vuestro permiso, me apetece compartir un viejo cuento soviético, de los años veinte, que me parece realmente exquisito, especialmente pos los dos niveles de lectura que ofrece.
Espero que os guste.
Nota aparte: como no lo encontraba por ahí lo he subido a un blog que gestiono yo. Por si os pareciese spam, para quitarlo.