El hombre, herrero de profesión, realizaba una ruta por los acantilados de Villaviciosa. Debido al viento, se quedó en una rama, desde la que cayó. Sergio alertó a varios viandantes con sus gritos, que llamaron a los Servicios de Emergencias. Pero el imponente eucalipto no pudo resistir el peso del hombre y se precipitó casi más de 50 metros. Murió en el acto.
Comentarios
¿Tanto riesgo para qué?
#2 Parapente
#3 Toma, cómprate un amigo
#3 ¿paraguayo?
#5 jajajajaj
#2 Para matarse, el riesgo es lo que tiene, que a veces funciona.
Quien haciendo lo que le gusta muere, que nadie le llore.