Desde su nombre hasta sus señales de austeridad, desde su uso de las redes sociales hasta sus mensajes, el Papa no desaprovecha el valor simbólico y tangible de su imagen. Y si, hablando de Francisco, se quiere cambiar la palabra gestión por evangelización, el efecto es igual. Él comprende el peso de sus palabras y de sus actos. Y la comunicación simbólica (como sistema de signos) no es una cuestión de elección, porque desde ella se refuerzan (bien o mal) conceptos y valores que contemplan movimientos o intereses populares, máxime en una...
Comentarios
palabras muy bonitas pero acciones pocas
Huy, sí. Ya no quedan curas tocaniños. Ni uno. Acabó Paco con todos. Y lo de los homosexuales y el aborto también es guay ahora. No tienen ningún problema. Estoy pensando en hacerme yo del club éste. Qué majo es.