Una de las noticias de esta semana es la venta de Oculus VR a Facebook por 2.000 millones de dólares. Y la clave está en que la empresa comenzó su actividad a través de crowdfunding (concretamente Kickstarter).El problema está en que muchos de los donantes están ahora enfadados ya que no ven nada del dinero de la venta. Ellos lograron que el proyectos se hiciera realidad y ahora no ven nada de vuelta
Reward crowdfunding: pagas una cantidad de dinero a cambio de una recompensa. La empresa te recompensa. Tu relación con la empresa ha terminado. Si no te gusta lo que hace la empresa, no vuelves a apoyar ninguna campaña de crowdfunding más de esa empresa o de sus fundadores.
Más motivos para estar cabreado tiene John Carmack, que dejó id para fichar por Oculus y resulta que a un tío cuya independencia está fuera de toda duda no le parece mal. Y supongo que tiene más valor el tiempo que ha dedicado al proyecto un genio como Carmack que el dinero que ha aportado un backer a cambio de algo.
Vamos, que invertían lo mismo que otros invierten en bolsa, esperando un rendimiento (en principio las acciones son participaciones del capital social de una empresa, con la esperanza de conseguir un rédito de ellas)
El problema es que este concepto es muy nuevo y aun esta en desarrollo. Lo que nos ha demostrado este caso es que quedan aspectos por adaptar. A mi me parecería lo correcto que pagaras no solo por el producto, si no por un porcentaje de la empresa. Si la empresa se vende, tu tienes derecho a que te pagen por tus títulos o mantenerlos como accionista de la compañía.
Esto de aquí a unos años se debería convertir en la financiación 2.0. Que una buena idea dependa de la gente y no de su financiación por los canales habituales. Es una herramienta de desarrollo social, pues los compradores con su dinero los que financian los productos que se adapten mejor a sus necesidades.
Comentarios
Reward crowdfunding: pagas una cantidad de dinero a cambio de una recompensa. La empresa te recompensa. Tu relación con la empresa ha terminado. Si no te gusta lo que hace la empresa, no vuelves a apoyar ninguna campaña de crowdfunding más de esa empresa o de sus fundadores.
Más motivos para estar cabreado tiene John Carmack, que dejó id para fichar por Oculus y resulta que a un tío cuya independencia está fuera de toda duda no le parece mal. Y supongo que tiene más valor el tiempo que ha dedicado al proyecto un genio como Carmack que el dinero que ha aportado un backer a cambio de algo.
Os recomiendo que leáis a #2
Es lo que tienen las donaciones.
¿Y si la factura del gas llega a tu nombre pero con Gilipollas Caraculo?
Vamos, que invertían lo mismo que otros invierten en bolsa, esperando un rendimiento (en principio las acciones son participaciones del capital social de una empresa, con la esperanza de conseguir un rédito de ellas)
El problema es que este concepto es muy nuevo y aun esta en desarrollo. Lo que nos ha demostrado este caso es que quedan aspectos por adaptar. A mi me parecería lo correcto que pagaras no solo por el producto, si no por un porcentaje de la empresa. Si la empresa se vende, tu tienes derecho a que te pagen por tus títulos o mantenerlos como accionista de la compañía.
Esto de aquí a unos años se debería convertir en la financiación 2.0. Que una buena idea dependa de la gente y no de su financiación por los canales habituales. Es una herramienta de desarrollo social, pues los compradores con su dinero los que financian los productos que se adapten mejor a sus necesidades.