Hace 5 años | Por MKitus a antrophistoria.com
Publicado hace 5 años por MKitus a antrophistoria.com

A la tragedia familiar, afectiva, se unía una desgracia espiritual, ya que las personas sin bautizar no podían acceder al cielo. Las familias no sólo penaban por la pérdida del niño sino también por su inevitable condenación. Se incluían no sólo los fallecimientos de niños pequeños sino también los bebés fallecidos durante el parto, los no nacidos e incluso los abortos, ya que se consideraba que Dios insuflaba la vida en el momento de la concepción.Por ello, resultaba importante dar una solución a la salvación del alma de los niños y los fetos.

Comentarios

javierchiclana

Qué de sufrimiento inútil por culpa de las supersticiones.

juancarlosonetti

"Ya en el siglo XIV se encontró una solución más fiable que consistía en bendecir el vientre materno".

Tardaron 1400 años en inventar algo tan simple lol

pepepoi

#2 en parte la gracia estaba en lo tenebroso del asunto. Lo mismo que el Cristo crucificado, los cuerpos incorruptos y todas esas barbaridades.

Alberto_Pérez_1

Para eso inventaron el limbo... para los que pasan por este mundo sin pena ni gloria.

ur_quan_master

#1 pero es una putada eso de doblarse hacia atrás delante de un palo.