Hace 6 años | Por Asther a historiasdelahistoria.com
Publicado hace 6 años por Asther a historiasdelahistoria.com

Aunque se sabe que se hacía desde mucho antes, encuadernar libros con piel humana, práctica conocida como bibliopegia antropodérmica, tuvo su época más prolífica durante el siglo XIX. Existen numerosos ejemplos de libros encuadernados con esta técnica que han llegado hasta nosotros, la mayor parte de estos ellos están en bibliotecas, museos y colecciones privadas, pero el caso de la irlandesa Mary Lynch es un tanto particular: se utilizó la piel de sus piernas para encuadernar tres libros.

Comentarios

polipolito

#10 el Enchiridion va a la zaga

Caresth

#10 Lo tengo en pdf.
He puesto el código del virus iloveyou antes y después del texto, a modo de encuadernado.

D

#10 Y el último de César Vidal, tela.

skaworld

#10 Estoo... como era... Klaatu Barada Nicof cof cof

ED209

El heteroencuadernado opresor

mangrar_2

#7 lol lol lol lol lol lol lol lol

iolerei_iu_iu

El porqué lo hizo es un misterio, pero parece ser que los médicos que utilizaban estaba técnica lo hacían en memoria de sus pacientes

vaya homenaje más raro

D

Los diccionarios de la RAE están hechos con lo que sobra de las operaciones de fimosis.

D

Con sus dientes... se hizo un rosario de marfil.

C

Hoy se usa la piel de los pica-codigo para imprimir los contratos de desarrollo de software de las cárnicas.

ElPerroDeLosCinco

#18 ¿Contratos? Eso será en las cárnicas pijas. En las normalitas se firma en servilletas y corbatas.

blackv

Una foto de la portada del libro

D

Una idea para el regalo de San Valentín.

j

Escritor fracasado se ofrece para donar su piel.

D

#1 coño el Necronomicon!!!

mangrar_2

#17 Klatu, verata, ni.... coño, cual era la tercera palabra?

Hart

Buenas piernas debía de tener.

D

Al abrirlo tenia un olor ha.............pes..libro antiguo.

v

Solo puedo decir una cosa: Arrrrggggghhh

slayernina

Eso es reciclaje y lo demás son tonterías

atatat

Los nazis fueron un paso mas adelante la verdad.

D

#4

Eso (y lo del jabón) fue más bien anecdótico, nada generalizado.

Lo de los dientes de oro, pelo, ropas, joyas, ... no.