Hace 13 años | Por pepevaz a periodismohumano.com
Publicado hace 13 años por pepevaz a periodismohumano.com

El sábado por la noche, Isaías murió tirado sobre un colchón de los de muelles, azul, viejo, vencido, con vetas amarillas, en un rellano de la calle Etxatxu de Barakaldo, en Vizcaya. En una esquina de ladrillo visto, recubierta de graffitis aficionados y cutres, de firmas con spray que apenas se distinguen de la capa de hollín que tiñe la pared, herencia carbonizada de las hogueras del invierno.Este jueves, la plataforma besteBi, que agrupa a varias organizaciones sociales, se concentraban en el centro de Barakaldo para pedir más servicios.

Comentarios

d

Cuando mueres no creo que te importe mucho que recuerden tus apellidos. Mejor será que se acuerden de ti mientras vives...

Gamusino_

Triste pero realista.