Hace 13 años | Por edmont a ciudadciclista.org
Publicado hace 13 años por edmont a ciudadciclista.org

"Existe una mayoritaria opinión que sentencia a la av. de La Castellana en Madrid como paradigma de por donde no se puede circular en bicicleta y la necesidad imperiosa de construir una infraestructura ciclista en esa avenida, una necesidad mas acuciante que en cualquier otra calle madrileña si esto es posible para el ansia devoradora del carrilbicismo." Dos vídeos que demuestran todo lo contrario.

Comentarios

edmont

Genial el segundo comentario:

En el momento en el que en la Castellana coloquen un carril bici o una acera bici, ya no podrás hacer esto. Ya no podrás conducir la bici en perfectas condiciones. Exista o no la obligación de circular por el carril bici, el resto de vehículos no va a ver con buenos ojos que sigas usando la calzada. Te pitarán, se encabronarán contigo, etc. Aunque la calzada tenga mejores condiciones de calidad que el carril bici, aunque este carril bici sea estrecho, lleno de cruces y anomalías varias, etc.. en el que tan solo puedas alcanzar 3km/h para poder ir seguro (¿por qué no ir andando?). Todo esto no importará. Resulta que han hecho una cosa para ti, algo innecesario completamente y que te coloca en lugares incómodos y con mayores riesgos; riesgos que evitabas conduciendo por la calzada. ¿Cómo le explicas esto entonces al resto de conductores que los carriles bici no te resuelven nada?

Es evidente entonces que los carriles bici tienen una función muy clara, eliminar a los ciclistas del tráfico. Porque son un estorbo para el fluir del tráfico en las avenidas que están diseñadas para mover a gente rápidamente. Ese es el argumento de los técnicos, planificadores del entorno urbano y la movilidad. Aunque, como sabemos, los ciclistas no son lo más mínimo culpables del colapso del tráfico. Lo más patético es que a la mayoría de colectivos ciclistas se les cae la baba cuando estos técnicos intervienen en la ciudad para “crear un espacio para el ciclista”, porque sin éste no es posible reducir el número de coches en circulación, porque sin éste sobre el ciclista se cierne una fatalidad que no sufre nadie más.

Así nos arrebatan el derecho que actualmente aún conservamos, poder disfrutar con seguridad de la mayor, mejor y más extensa infraestructura existente para la circulación (la calzada). Los técnicos con ansias de intervenir en la ciudad y ganar dinero han encontrado su talismán: los colectivos ciclistas. Gracias a ellos pueden vivir tranquilamente, siempre estarán a su lado y apoyando sus proyectos “sostenibles” justificándolos en una serie de mitos que estos vídeos desmitifican por completo.

Señores diseñadores de carriles bici, búsquense otro trabajo y a otros pardillos a quienes tomarles el pelo para que justifiquen sus innecesarios y aberrantes trabajos.

Saludos