Publicado hace 12 años por Malinowski a antroperplejo.wordpress.com

Creo que nadie de mi generación se escandalizaría si le contara que, cuando yo era pequeño, si me dolía la tripa, mi madre me daba una copita de ginebra para esquivar el dolor. O que, cuando no tenía hambre, era frecuente que abriera el estomago con algún que otro vasito de vino dulce. Sin embargo, si hoy en día hiciéramos algo así con nuestros hijos, no me extrañaría nada que acabáramos siendo incluso denunciados.

Comentarios

Wayfarer

El acercamiento al alcohol se produce desde la “prohibición”, no desde una concepción holística de la alimentación, y esto ha afectado nuestra percepción del mismo, pasando de ser un elemento social a una cuestión de salud pública.

Ahí le has dao.

D

Un poco flojo.

El alcohol sigue usándose de forma nutritiva tanto como de forma lúdica.

Un queso con vino no es lo mismo que beber vino a lo romano hasta caer muerto en una orgía en los baños.

Pero quizás debamos pensar que hemos evolucionado socialmente lo suficiente como para encontrar un tratamiento mejor para el dolor de barriga que el tomar ginebra.

D

Son los padres.

ikerbera

#1 Que las visten como putas.