Mira Mariano, yo te aviso; pero te van (os van) a montar a todos un cacao que te veo recogiendo mejillones en la ría de Pontevedra, que como eres de allí y conoces la zona, pues ni un problema, que por lo menos tenéis para comer porque otros, con tus recortes… Yo te aviso por si te apetece cambiar el punto al asunto; por si quieres decirle a los especuladores y tiburones de las finanzas que así no, que así no piensas soltar ni un euro, que den la cara y que digan quienes son, que no se escondan bajo la palabra «mercados».
Comentarios
Para gente como esta antes existía el destierro que consistia en enviar al reo a un lugar lejano y a ser posible inhóspito, por ejemplo a Miguel de Unamuno le desterraron a la isla de Fuerteventura.
Claro que desterrar a Mariano a Fuerteventura tiene sus inconvenientes el primero que Fuerteventura ahora es todo lo contrario de un lugar inhóspito y esto sería un regalo para Mariano en lugar de un castigo y tampoco debemos condennar a los habitantes de la isla a tener que soportar tan insoportable huesped.
¿A donde lo desterramos entonces? Ya no nos quedan lugares inhóspitos, no tenemos bases en el Ártico donde siempre hay un tiempo infernal, pero quizá encontremos un lugar para él en alguno de esos puestos de guardia en lo alto de algún cerro o de vigilante de incendios forestales.