Hace unos días, mientras buscaba un CD entre pilas de referencias desordenadas, apareció “Madrid Zona Bruta”, el debut de CPV, de cuando se llamaban El Club De Los Poetas Violentos, y reparé en el hecho de que en 2014 se van a cumplir veinte años de su publicación. En 1994 “Madrid Zona Bruta” me pareció un disco de extrema agresividad. Fiero y temible. Hoy no tanto. O no de la misma forma. Entonces me lo parecía por las letras intimidantes del grupo, por la violencia de sus rimas, muy obcecadas en denunciar el racismo y en perseguir el nazismo.
Comentarios
Uno de los más GRANDES grupos que pario esta puta llamada España, meneo al canto.
Música de cuando era un chaval. Un discazo de aquella
...ahí se acerca un hombre y me dice negro feo, cojo su cabeza y en su cara me tiro un peo / resulta que es un facha, y en mi mano yo tengo un hacha...
Rimar feo y peo y facha y hacha... Gloriosos tiempos para la lírica, vaya.
#5 Hay gente que con más formación no ha ganado ni un premio nacional de poesía.
Lo que me temo es que gente con la misma formación y versos peores sí los ha ganado, #6. Gamoneda o Muñoz Molina son prácticamente analfabetos y mira...
#7 Hace mucho tiempo, en El Pais de las Tentaciones, un poeta hizo un análisis de las rimas de algunas de las canciones de raperos, y era curiosos ver como aquello a unos les sale de forma natural, analizado desde un punto de vista técnico, tiene todo el sentido del mundo.
#5 Joder, tocaba empezar por algo, si solo te fijas en los insultos seguro que tampoco te gusta South Park!
Por cierto, la evolución que ha tenido el Hip Hop en España es bestial, aunque como dice #4 era vieja escuela, nada a dia de hoy se le acerca y todos los grandes de ahora siguen viendolo como un referente.
Por cierto, te recomiendo el Tesis Doctoral, el mejor disco de la historía del Rap nacional!, es el único que saco el Meswy, uno de los integrantes de CPV. Aunque también los distintos integrantes sacaron sus cosillas, casi todas buenas o muuy buenas.
Clasicazo de la vieja escuela. Abrió el camino para muchos.
Qué recuerdos, mare mía...