Se llama Loujain al-Hathloul y no pudo ver la final de la Supercopa en Arabia Saudí. Tampoco pudo ver un abogado cuando la detuvieron. Lleva en prisión desde mayo de 2018, acusada de querer desestabilizar el reino por reivindicar el derecho de las mujeres a conducir y denunciar el sistema de tutela masculina que restringe sus derechos. No vivía en Riad ni estaba sometida a la dictadura en la que carecería de derechos fundamentales. Ella era una mujer libre que estudiaba en Canadá.
Comentarios
Os recuerdo que el fútbol es un deporte, un espectáculo, una industria, un negocio... pero no un organismo de las Naciones Unidas.
#2 El problema es cuando oyes al presidente de la federación vender el negocio como si fuera poco menos que una bendición para las mujeres.
Nadie habla de esta mujer cuando se menciona el AVE a la Meca.
#2 ¿Insinúas que el fútbol y todo lo que acontezca alrededor está fuera de las competencias de la ONU? ¿Que no se puede hacer nada?
#7 No, digo que no es su papel hacer política ni juicios morales. Le estamos pidiendo a la RFEF algo que no hace ni la Casa Real ni la UE, por ejemplo.
#8 Pedir que actúen con honestidad y busquen el respeto de los derechos humanos no me parece demasiado. Todo lo que haces en público es por definición político.
Actuar sin hacer juicios morales, aparentar comportarse como un robot (a loving grace machine, que diría Curtis) que acabará siempre al servicio de quién tenga el poder de usarlo. Lo mismo que las otras instituciones que mencionas.
Cuantos sobres se habrán movido con este asunto...España es una inmensa cloaca en todos sus ámbitos. Este Rubiales no me da buenas sensaciones.
No pudo ver la final por estar en la cárcel por algo que no tiene nada que ver con el fútbol...
Vergüenza. Como vergüenza es el mundial en Catar.
Cosas del cuarto mundo, ¡Pero dan realmente buenas comisiones!