Las gentes que habitan las laderas del Himalaya utilizan desde tiempos inmemoriales un potente antídoto contra las picaduras de insectos y reptiles que se extrae de las raíces de una planta llamada “chota-chand”. Se sabe de sus propiedades porque unos pequeños mamíferos denominados mangostas suelen consumirla antes de cazar serpientes, lo que reduce el riesgo de muerte en los enfrentamientos.
Comentarios
Mucha broma veo yo por aquí, pero habrá que ir pensando en algún canon para compensar a los veterinarios que se están quedando sin trabajo.
Que sinvergüenzas
#1 jajajajjaja, pasan de multinacionales farmacéuticas, son unos hippies
No sólo eso, sino que hay varios perros licenciados en homeopatía. ¡Así está el ambulatorio!
Títulos de homeópata: se acabó lo que se daba
Títulos de homeópata: se acabó lo que se daba
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