Año 2000. El paso de la economía industrial a la financiera, iniciado en los 80 en Estados Unidos y el Reino Unido, captaba nuevos adeptos entre las históricas socialdemocracias de Europa Occidental. Se extendía, pausado pero imparable, un modelo de crecimiento económico basado en el libre comercio y la libre empresa, aunque muy a menudo…
Vivimos en un mundo donde solo se piensa en el hoy. Los empresarios pretenden grandes beneficios sin preocuparse de la continuidad empresarial. Los políticos actúan en función de los votos de las próximas elecciones sin preocuparse por el futuro. Los ciudadanos valoramos el dinero rápido y fácil basándonos en una estabilidad que nunca ha existido. Todo ello nos lleva a actuar sin una planificación realista a medio y largo plazo, con lo que todas las crisis que lleguen nos afectarán de lleno. Solo una educación solida, una visión realista de la vida en la que comprendamos que nadie nos va a reglar nada y la formación de criterios propios superando las manipulaciones que nos llegan de todos los frentes, permitirán evolucionar este comportamiento.
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Vivimos en un mundo donde solo se piensa en el hoy. Los empresarios pretenden grandes beneficios sin preocuparse de la continuidad empresarial. Los políticos actúan en función de los votos de las próximas elecciones sin preocuparse por el futuro. Los ciudadanos valoramos el dinero rápido y fácil basándonos en una estabilidad que nunca ha existido. Todo ello nos lleva a actuar sin una planificación realista a medio y largo plazo, con lo que todas las crisis que lleguen nos afectarán de lleno. Solo una educación solida, una visión realista de la vida en la que comprendamos que nadie nos va a reglar nada y la formación de criterios propios superando las manipulaciones que nos llegan de todos los frentes, permitirán evolucionar este comportamiento.