La Ascensión de Cristo es el destino que nos espera a todo ser humano: la vida junto al Padre en una existencia plena. Mientras aguardamos esta realidad, y viviendo ya de las primicias, proclamamos el mensaje evangélico “a toda la creación”. Hasta que seamos uno solo con Dios, nos comprometemos a fondo con la historia de la humanidad, nos implicamos en construir una tierra nueva donde habite la justicia. Contamos con la fuerza del Espíritu Santo para que la Buena Noticia de Jesucristo llegue hasta los confines de la tierra.
Comentarios
En menéame somos rojos masones, comemos biblias poco hechas.
#2
A rezar, a las Iglesias.