Hay muchos mitos en torno a la Edad Media y uno de ellos es el de la falta de higiene. Para creer que la gente no se lavaba, existía una producción de jabón destinada al cuidado de la piel muy regulada, con oficios específicos (los jaboneros) que pagaban sus impuestos. Pero también existía la producción de jabón doméstica, realizada con sebo de animal y lejía de cenizas de plantas aromáticas.

Comentarios

D

“Tres cuarterones de jabón rallado, dos hieles de vaca, una escudilla de miel, otra escudilla de lejía, dos maravedís de cominos rústicos, dos de azafrán romí, dos de oropimente, dos de jengibre de dorar, dos de alarguez: todas estas cosas molidas, y juntas con el jabón y lejía en un barrenón, y muy batido todo junto. Y puesto a donde le dé el sol y el sereno dejarlo estar hasta que se pare tieso, teniendo cuidado de batirlo cada día. Y desque esté tieso, mojada la mano en lejía, hacerlo torticas y tornarlas al sol, y dejarlas hasta que se paren tiesas. Y como estén tiesas guardarlas y lavarse con ellas."

No se si comermelo, lavarme con el o usarlo para matar a mi archienemigo.