Publicado hace 13 años por palmaelperiodico a laventanaindiscreta.com

Las revoluciones suelen tener un extraño efecto contagio, que se llama hambre y miseria. Primero fue Túnez, donde un pobre chico se tuvo inmolar a lo bonzo, ya que el pequeño tenderete de chucherías que le permitía tener los mínimos ingresos que una dignidad humana debe permitirse, le fueron violados.