Publicado hace 10 años por ricardelico a ricardelico.wordpress.com

Imagina que una mañana, como ya es rutina, desayunas con tu familia. Solo que en esta ocasión, cinco minutos antes de sentarse la familia, colocas al centro de la mesa una botella de vino tinto. Sin descorchar, y con toda discreción. ¿Qué sucede? Lo más probable es que durante el desayuno alguien pregunta qué hace…