Hace 10 años | Por palehari a nevillescu.com
Publicado hace 10 años por palehari a nevillescu.com

El jurado supone la principal vía de participación de la ciudadanía en el poder judicial, cuya independencia y eficiencia resultan básicas para el correcto funcionamiento de cualquier Estado. Sin embargo, su origen anglosajón ha dificultado en cierta medida el acomodo de esta figura en un cuerpo legislativo que descansa sobre el derecho continental europeo.

Comentarios

larusca

Venía a decir mi opinión sobre lo de "progres" y su supuesto apoyo al jurado popular, pero ya #2 ha dicho lo que pensaba.

perrico

#3 No se como, pero veo que te he votado negativo por error. Te lo compenso de alguna manera.

palehari

#7 No te preocupes.

Suponía que la noticia no tendría demasiada difusión y lo considero una auténtica pena. No ya por el contenido de la misma, sino por el necesario debate que nos falta en torno a esta y otras instituciones de nuestro Estado.

Al menos un alto porcentaje de los usuarios que la han visto, han decidido destacarla.

larusca

#7 No te preocupes, puedes compensarme ingresando 3000 euros en mi cuenta corriente

palehari

#9 también es verdad, retiro mi anterior comentario! lo de los 3000 euros también solucionaría el voto negativo.

perrico

#9 Vale, dame tu número de cuenta y hablamos lol lol lol

tiopio

#2 Yo me considero facha, me falta la decencia necesaria para ser rojo, y estoy a favor. Gente tan honorable como don Camps, el tío Paco, no se hubiera librado, so no.

j

El párrafo final resume muy bien nuestra mediana experiencia en este tipo de actividades:
" Y es que el jurado no es sino el lugar donde la justicia y la ciudadanía entrelazan sus respectivas problemáticas. Y, por desgracia, en ese espacio reservado para el encuentro de ambas partes, en España se genera un ambiente doblemente enrarecido."

D

El artículo está bien redactado, es claro, conciso y usa ejemplos bien razonados. No soy capaz de entender las causas que puedan hacer que reciba esos negativos, injustos a mi parecer.

El jurado lleva siendo problemático desde que se incorporó al proceso judicial en el 1995 (sí, es otra de las herencias que le dejó González a Aznar). Sin embargo, su inclusión en la Constitución no es simplemente porque "queda bien", como dice el autor. Hay que entender que durante la Transición, la judicatura procedía del franquismo y se la sospechaba afecta al mismo. Este elemento de participación ciudadana tendría que haber compensado aquel déficit democrático de la Administración de Justicia. Sin embargo, como ya he dicho antes, la implantación del Jurado no vino hasta 20 años después.

A mi juicio, el verdadero problema del Jurado es el de la Administración de Justicia: es lenta, está fraccionada de forma absurda, y se fomenta esta división (los juzgados usan programas informáticos para procesar textos y enviarse diligencias distintos por partido, a menudo incompatibles entre sí), la distribución de casos se hace de forma esperpéntica (la Juez Alaya, por poner un ejemplo, como titular de un Juzgado de Instrucción, tiene atribuida, junto a la investigación de casos de delito como los EREs, la instrucción y resolución de casos de faltas táaan interesantes como que una mujer grite a su vecina "guarra" o que un kinki haya robado una mortadela en el Carrefour). El verdadero miedo de los jueces con el Jurado es el hecho de que su establecimiento y determinación alarga el proceso más de lo deseable. En este problema, el Jurado simplemente se inserta en la colección de despropósitos que es nuestra Justicia. Sin embargo, este no es un problema de la institución en sí, sino de cómo se ha planteado en la legislación y de los problemas endémicos de la Administración de Justicia.

Lo de que los jurados son manipulables, pues sí, es cierto, pero no olvidemos que los jueces también lo son. Y suelen tener posiciones ideológicas muy claras, y prejuicios. Y la tranquilidad de que por muchos errores que cometan, nadie los perseguirá (sería la ruina del abogado que lo intentara). Los jueces suelen solidarizar entre ellos y tienen una visión corporativista de su posición (recordad al Juez Decano de Barcelona, que le pegaba a su mujer y sus compañeros le exculparon y asignaron una paga ¡pagada por la mujer!). Y les encanta cortar y pegar sentencias, y usar el reemplazar de Adobe para cambiar los nombres y reciclar sentencias anteriores. Este es el elemento democrático del Jurado, valiosísimo a mi juicio: frente a una judicatura con tendencia al corporativismo y a menudo alejada de la ciudadanía, la determinación de los hechos se asigna a un grupo de ciudadanos, en teoría "iguales" al acusado.