El juez de Palma José Castro y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach están investigando desde finales de 2012 y en conexión con el caso Urdangarin a un hacker con residencia en Barcelona y que trabajó para el CNI hasta mayo del año pasado, fecha en que fue detenido en la Operación Pitiusa, que destapó una red de venta de datos confidenciales.