(...) A él, a su riqueza, a sus modales e incluso a sus favores se rindieron monarcas (el príncipe Andrés de Inglaterra o el también príncipe Mohammed bin Salman de Arabia Saudí), jerarcas (los presidentes de Estados Unidos Bill Clinton y Donald Trump), directores de cine (Woody Allen), actores (Kevin Spacey) y, claro, Harvey Weinstein. Él, que murió en la cárcel el 10 de agosto de 2019, fue pederasta, proxeneta y, ya se ha dicho, rico. Asquerosamente rico. En el más literal de los sentidos.
Comentarios
#4 Ya, ya, pero ser "asquerosamente rico" no te convierte en proxeneta y pederasta. Que es a lo que voy. Miserables los hay de todas las clases sociales. Este tenía más nivel de vida, pero no por ello era mejor o peor que esos a los que detiene la GC en las recurrentes operaciones antipederastia. Ni uno tiene más glamour, ni los otros son más infames (o viceversa).
El capitalismo da miedo y asco, y cuanto más lo conoces más miedo y asco da
A ver si el problema es que era rico y no lo de proxeneta y pederasta... Que algunos hacen unos planteamientos que vaya tela.
#3 ese nivel de proxenetismo y pederastia (en una isla privada y para megaricos) no se consigue sin una fortuna enorme que te respalde.
Y no me quiero ni parar a pensar cuántas de esas menores crecieron lo suficiente para desaparecer del todo.
Se rindieron al vicio y a que él lo facilitaba
Yo tengo una opinión muy clara en todo este asunto, pero nunca he tenido karma para respaldarla...
Vaya amistades!!!