Santa Xusta no fue ayer para algunos sinónimo de buenos augurios. Un inspector de Trabajo irrumpió en la romería de Moraña con el punto de mira puesto en los vendedores ambulantes, sobre todo las rosquilleiras, que fueron las peor paradas. El inspecctor, desplazado desde Vigo, acabó notificando sanciones (algunas próximas a los 4.000 euros) a varias personas que despachaban en los puestos de forma irregular y se fue dejando un gran enfado entre los ambulantes, que dicen sentirse perseguidos.
Comentarios
Así me gusta, empezando por los poderosos.
#3 aunque no te lo creas, estos timos al estado son igual de sangrantes que barcenas, y joden a mucha gente que paga sus impuestos e intenta sacar adelante su negocio.
#4 Igual de sangrantes no.
#5 supongo que no eres consciente de la población que defrauda diariamente, no cumple normas de sanidad, de locales, no pide licencias de venta, no paga módulos, no declara las facturas de compra de comida para vender, etc.
En este caso veo hasta jubilados vendiendo....
Este caso me toca la moral porque tengo familiares con tiendas que tienen todo en regla, mientras vemos a caras vendiendo comida sin ninguna norma sanitaria ni impuestos.
Pero bueno, sigamos echando balones fuera, cosa muy española.
Y a eso es a lo que se dedican las inspecciones de trabajo, mientras joden a las rosquilleras le hacen la rosca a citroen. Es para aplaudir con las orejas.
A ver si se hace con todos los sectores, se acaba con la economía sumergida y este puto país se da cuenta de que no hay que hacer "trampa" al sistema, sino luchar para derrocarlo.