Como curiosidad en este sentido, debo decir que el más acérrimo enemigo de la inmigración que he conocido es un amigo mío de Gabón, estudiante de medicina en España, que afirmaba que nuestras facilidades para la inmigración eran un acto de neocolonialismo, robando mano de obra joven, talento, y personas emprendedoras....
Ni una cosa ni otra: si aceptamos inmigrantes ni es para ayudar a sus países de origen ni para mantenerlos hundidos. Lo hacemos sencillamente porque a nosotros nos conviene aceptar un cierto número de ellos - y no nos conviene aceptar más de ese cierto número, dicho sea de paso. El efecto beneficioso o perjudicial, da igual, que eso tenga en sus países de origen no entra en los cálculos de nuestros gobiernos.
Y coincido con el autor en que si no quieren que sus jovenes con talento y espiritu emprendedor emigren quienes tienen que hacer algo son ellos. Es más, creo que después de 50 o 60 años de independencia ya va siendo hora de no echarle la culpa de todo a Francia, Bélgica o Gran Bretaña, que hay ex-colonias que se han convertido en economías desarrolladas, como Malasia, Taiwan o Corea del Sur.
Comentarios
Ni una cosa ni otra: si aceptamos inmigrantes ni es para ayudar a sus países de origen ni para mantenerlos hundidos. Lo hacemos sencillamente porque a nosotros nos conviene aceptar un cierto número de ellos - y no nos conviene aceptar más de ese cierto número, dicho sea de paso. El efecto beneficioso o perjudicial, da igual, que eso tenga en sus países de origen no entra en los cálculos de nuestros gobiernos.
Y coincido con el autor en que si no quieren que sus jovenes con talento y espiritu emprendedor emigren quienes tienen que hacer algo son ellos. Es más, creo que después de 50 o 60 años de independencia ya va siendo hora de no echarle la culpa de todo a Francia, Bélgica o Gran Bretaña, que hay ex-colonias que se han convertido en economías desarrolladas, como Malasia, Taiwan o Corea del Sur.