Internet es el lugar en que todos los sueños se pueden hacer realidad, e incluso la más absurda de las ideas puede hacerte rico. Desde un chico que vende a un dólar el píxel de su site, a una tienda de gafas de bucear para perros, bolsas fashion para pañales o pelotitas de goma para poner en la antena del coche... La idea más absurda que se te ocurra a la hora tonta de la siesta puede hacerte rico.
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Esto es como aquello de "no hay pregunta absurda, sino respuesta": No hay negocio absurdo, sino comprador idiota.