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#7:
Historieta del abuelo Cebolleta, o sea, yo.
Andaba un servidor hace ya bastantes años destinado en un cuartel del ejército de tierra en el sur peninsular. Era un modesto cabo furriel, en una unidad de infantería. Una vez al mes tenía que quedarme de guardia durante un fin de semana, como cabo de cuartel. Entre mis funciones estaba la de hacerme cargo de las llaves de un departamento llamado Hogar del Soldado, que aparte de cafetería tenía una biblioteca y un cine. Para llegar hasta el Hogar del Soldado había que pasar rodeando el edificio de la cocina.
Pues bien, un fin de semana estaba yo de guardia y el oficial de día me ordenó abrir el cine. Eran las cinco de la tarde de un domingo. Cogí las llaves y me dirigí hacia el Hogar del Soldado. En el trayecto, al pasar por uno de los laterales de la cocina, vi un turismo con el portón del maletero abierto. Como quiera que tenía que pasar por delante, me tope de frente con un sargento primero que andaba sacando cajas de carne congelada de la despensa de la cocina y metiéndolas en el maletero. Saludé militarmente y seguí caminando. Con el rabillo del ojo vi que el sargento me ponía mala cara. Además, como el camino era de gravilla pude oír que caminaba detrás de mí, siguiéndome.
Al llegar a la puerta del cine la dejé entreabierta, porque ya me imaginaba que aquel sargento, al verse pillado sacando las cajas de la cocina, iba a aprovechar para abroncarme. Y efectivamente, entró al cine y me preguntó que qué cojones hacía yo allí.
Antes de que yo pudiera responder nada se fijó en la gran cantidad de cintas de vídeo que allí había. Puso cara de niño glotón delante del escaparate de una pastelería y me preguntó dónde se guardaban las llaves del cine. Al mes siguiente, cuando me tocó de nuevo quedarme de guardia un fin de semana y me dispuse a abrir el cine otra vez, me percaté de que muchas de las cintas habían desaparecido.
Yo estoy seguro de que lo que el teniente cuenta en su novela es verdad. Corruptelas toleradas. Ambientes cerrados donde a nadie se han de dar cuentas.
Andaba un servidor hace ya bastantes años destinado en un cuartel del ejército de tierra en el sur peninsular. Era un modesto cabo furriel, en una unidad de infantería. Una vez al mes tenía que quedarme de guardia durante un fin de semana, como cabo de cuartel. Entre mis funciones estaba la de hacerme cargo de las llaves de un departamento llamado Hogar del Soldado, que aparte de cafetería tenía una biblioteca y un cine. Para llegar hasta el Hogar del Soldado había que pasar rodeando el edificio de la cocina.
Pues bien, un fin de semana estaba yo de guardia y el oficial de día me ordenó abrir el cine. Eran las cinco de la tarde de un domingo. Cogí las llaves y me dirigí hacia el Hogar del Soldado. En el trayecto, al pasar por uno de los laterales de la cocina, vi un turismo con el portón del maletero abierto. Como quiera que tenía que pasar por delante, me tope de frente con un sargento primero que andaba sacando cajas de carne congelada de la despensa de la cocina y metiéndolas en el maletero. Saludé militarmente y seguí caminando. Con el rabillo del ojo vi que el sargento me ponía mala cara. Además, como el camino era de gravilla pude oír que caminaba detrás de mí, siguiéndome.
Al llegar a la puerta del cine la dejé entreabierta, porque ya me imaginaba que aquel sargento, al verse pillado sacando las cajas de la cocina, iba a aprovechar para abroncarme. Y efectivamente, entró al cine y me preguntó que qué cojones hacía yo allí.
Antes de que yo pudiera responder nada se fijó en la gran cantidad de cintas de vídeo que allí había. Puso cara de niño glotón delante del escaparate de una pastelería y me preguntó dónde se guardaban las llaves del cine. Al mes siguiente, cuando me tocó de nuevo quedarme de guardia un fin de semana y me dispuse a abrir el cine otra vez, me percaté de que muchas de las cintas habían desaparecido.
Yo estoy seguro de que lo que el teniente cuenta en su novela es verdad. Corruptelas toleradas. Ambientes cerrados donde a nadie se han de dar cuentas.
#8:
#7 Yo conocí a un tipo que pasó una experiencia parecida a esa, pero en su caso el sargento le denunció por robar la caja del bar de suboficiales. En realidad es que el peluso no le había proporcionado las preguntas del examen final de la UNED.
El tipo que yo conocí y que se comió ese marrón cumplió 36 meses en Mahón, se infectó de sida y murió en 1989.
El tipo que yo conocí y que se comió ese marrón cumplió 36 meses en Mahón, se infectó de sida y murió en 1989.
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Historieta del abuelo Cebolleta, o sea, yo.
Andaba un servidor hace ya bastantes años destinado en un cuartel del ejército de tierra en el sur peninsular. Era un modesto cabo furriel, en una unidad de infantería. Una vez al mes tenía que quedarme de guardia durante un fin de semana, como cabo de cuartel. Entre mis funciones estaba la de hacerme cargo de las llaves de un departamento llamado Hogar del Soldado, que aparte de cafetería tenía una biblioteca y un cine. Para llegar hasta el Hogar del Soldado había que pasar rodeando el edificio de la cocina.
Pues bien, un fin de semana estaba yo de guardia y el oficial de día me ordenó abrir el cine. Eran las cinco de la tarde de un domingo. Cogí las llaves y me dirigí hacia el Hogar del Soldado. En el trayecto, al pasar por uno de los laterales de la cocina, vi un turismo con el portón del maletero abierto. Como quiera que tenía que pasar por delante, me tope de frente con un sargento primero que andaba sacando cajas de carne congelada de la despensa de la cocina y metiéndolas en el maletero. Saludé militarmente y seguí caminando. Con el rabillo del ojo vi que el sargento me ponía mala cara. Además, como el camino era de gravilla pude oír que caminaba detrás de mí, siguiéndome.
Al llegar a la puerta del cine la dejé entreabierta, porque ya me imaginaba que aquel sargento, al verse pillado sacando las cajas de la cocina, iba a aprovechar para abroncarme. Y efectivamente, entró al cine y me preguntó que qué cojones hacía yo allí.
Antes de que yo pudiera responder nada se fijó en la gran cantidad de cintas de vídeo que allí había. Puso cara de niño glotón delante del escaparate de una pastelería y me preguntó dónde se guardaban las llaves del cine. Al mes siguiente, cuando me tocó de nuevo quedarme de guardia un fin de semana y me dispuse a abrir el cine otra vez, me percaté de que muchas de las cintas habían desaparecido.
Yo estoy seguro de que lo que el teniente cuenta en su novela es verdad. Corruptelas toleradas. Ambientes cerrados donde a nadie se han de dar cuentas.
#7 Yo conocí a un tipo que pasó una experiencia parecida a esa, pero en su caso el sargento le denunció por robar la caja del bar de suboficiales. En realidad es que el peluso no le había proporcionado las preguntas del examen final de la UNED.
El tipo que yo conocí y que se comió ese marrón cumplió 36 meses en Mahón, se infectó de sida y murió en 1989.
#5 Trollear no, es el procedimiento. Si te declaras en "huelga de hambre", te autolesionas, o un par de cosas más que no vamos a señalar aquí.... te mandan a la enfermería. Vamos, es de toda la vida. Lo hice yo en el 82...
#6 Pero estámos hablando de una cárcel militar, supongo que será diferente, le han trasladado del centro disciplinario de la base San Pedro de Colmenar Viejo (Madrid), al hospital militar Gómez Ulla
#10 Exactamente igual. Incluso mejor si me apuras.
Su novela da pánico. Si es verdad lo que cuenta en ella, y me inclino a pensar que sí, tenemos un estamento militar profundamente corrupto y, lo que es peor, impune a toda actuación en su contra.
#18 Evidentemente: cuando la corrupción es generalizada, es porque existe impunidad.
Pobre hombre, se la tienen jurada.
entrevista al susodicho:
http://www.huffingtonpost.es/2014/05/18/entrevista-un-paso-al-fre_n_5336976.html
a navegantes: sin comer y con el marrón encima os querría ver yo panda
Yo solo estuve un año en la p.ta mili y me daría para escribir mas de un libro.
Las FAS necesitan corporativismo (un valor positivo), pero actualmente lo interpretan de forma muy pervertida. Corporativismo es defender la corporación, pero no a base de machacar al individuo que se mueve y no sale en la foto sino de extirpar el cáncer que corrompe la institución. En este caso, los cánceres son los corruptos, y no el oficial que se está comiendo el marrón en la cárcel, que debería ser ascendido a JEMAD por lo menos.
#21 Más o menos como todo estamento público que se precie. Que limpien y expulsen de inmediato a quienes hacen daño con su mal proceder, denuncien en cuanto tengan la más mínima noción y colaboren en la investigación de las corruptelas. Ya sea ejército, partido político o ministerio público.
#23 Y prácticamente se quedarían sin oficiales, excepto los que ahora mismo están en los puestos más bajos.
#23 No sé si eso lo veremos. Todos los gobiernos españoles siempre han sido muy "cuidadosos" con los militares, y los cambios se han hecho muy despacio. Y es que, claro, teniendo en cuenta como acabaron las dos repúblicas españolas, o sin ir más lejos, lo que pudo pasar en el 81, les da algo de "respeto" meterles mano.
Una huelga de hambre con zumos no es una huelga seria. Aparte de eso, doy todo mi apoyo y admiración al afectado.
#9 No creo que se quiera quitar la vida por esta mierda (no lo merece), solo putearles un poco y que se hable de el, cosa lógica por otro lado, en el momento que este asunte se olvide el Tte. estará jodido de verdad, pues podrán hacer lo que quieran con el
Ha habido diversos tipos de huelgas de hambre y sed en España. Aqui tienes ejemplos
Método de lucha: Huelga de hambre y como llevarla a cabo
http://elblogdecremacatalana.blogspot.com.es/2013/08/metodo-de-lucha-huelga-de-hambre-y-como.html
Le están haciendo una campaña de publicidad a su novela acojonante.
#14 Totalmente. Leí ayer la noticia pero no se mencionó la novela. Ahora ya sé que libro voy a leer cuando termine con el que estoy ahora.
audio de la entrevista al teniente en RAC1 (en castellano)
http://rac1.org/versio/blog/la-mafia-de-lexercit/
espectacular los chanchullos descritos...
Señores, un poco de seriedad. No nos quedemos en la anécdota de quién hace una huelga, sino que fijemonos en el porqué.
Este militar que ama su institución, se pone encontra de los altos mandos que con total impunidad dilapidan el dinero de todos los españoles.
Inspección imparcial del Ministerio de Defensa YA.
Algún día tendrá que salir a la luz la "burbuja" que supone el ejército. Miles de millones de euros gastados en nada. Sólo hace falta haber hecho la mili para saber todos los chanchullos que se cuecen dentro de los cuarteles.
Son sus costumbres
¿Tres días sin comer y ya está hospitalizado? espero que el resto del ejercito no sea tan debilucho. Esto no tiene nada que ver si el señor del Oro-Pulido tiene razón en su libro o no. Aunque me imclino al sí.
#3 tranquilo que el ejército es duro, pero en verano, para un hombre de complexión muy delgada como es el Teniente, lo habrán metido en el hospital por precaución y más con el revuelo mediático. A ver si no aprovechamos cualquier chorrada para echar mierda sobre los militares
#26 ehhhhhhh, no te confundas. no echo mierda sobre los militares. solo digo que 3 dias sin comer no creo que sea motivo de meter a nadie al hospital. que sea por otros motivos, vale. ahí no digo nada. hay mucha gente que hace huelgas de hambre durante semanas.
Joder, o los militares españoles son unos moñas o no me los explico, De juana aguanto mas en huelga de hambre.
#2 Procedimiento reglamentario. El Teniente no es tonto.
#4 Vamos, que les esta trolleando a los mandos, en ese caso hace de puta madre.