Portada
mis comunidades
otras secciones
#1:
Uno de los grandes pecados que cometemos muchos científicos cuando acometemos una investigación es no desviar la mirada del objetivo inicialmente previsto. Nos obcecamos en seguir la carretera planificada sin mirar ni a la derecha ni a la izquierda. Por eso, muchas veces pasamos por alto grandes ocasiones que se nos presentan en forma de caminos laterales que pueden ser mucho más interesantes que la gran autovía por la que circulábamos placenteramente.
Y no solo los científicos.
Y no solo los científicos.
#2:
Desde aquí quiero reconocer el trabajo y la genialidad de Fernando Gandía Herrero y... leyendo sus posteriores andanzas al final del artículo, agradecerle que volviera a España para seguir investigando aquí.
Entiendo que la gente se vaya, pero si la gente como él no se queda o empieza a volver... Estamos jodidos. Y no hablo de que los políticos no se puedan poner medallas, eso me da igual, hablo de que estamos jodidos todos. Gracias Fernando.
Entiendo que la gente se vaya, pero si la gente como él no se queda o empieza a volver... Estamos jodidos. Y no hablo de que los políticos no se puedan poner medallas, eso me da igual, hablo de que estamos jodidos todos. Gracias Fernando.
Comentarios
Uno de los grandes pecados que cometemos muchos científicos cuando acometemos una investigación es no desviar la mirada del objetivo inicialmente previsto. Nos obcecamos en seguir la carretera planificada sin mirar ni a la derecha ni a la izquierda. Por eso, muchas veces pasamos por alto grandes ocasiones que se nos presentan en forma de caminos laterales que pueden ser mucho más interesantes que la gran autovía por la que circulábamos placenteramente.
Y no solo los científicos.
Desde aquí quiero reconocer el trabajo y la genialidad de Fernando Gandía Herrero y... leyendo sus posteriores andanzas al final del artículo, agradecerle que volviera a España para seguir investigando aquí.
Entiendo que la gente se vaya, pero si la gente como él no se queda o empieza a volver... Estamos jodidos. Y no hablo de que los políticos no se puedan poner medallas, eso me da igual, hablo de que estamos jodidos todos. Gracias Fernando.
#2 Pues ya veremos qué pasa cuando se termine su contrato Ramón y Cajal. Le deseo la mejor de las suertes, pero por desgracia no es nada fácil conseguir estabilizarse (por muy bueno que seas). El mundo de la investigación es muy duro y los pueden hacerlo un poco más fácil (es decir, los gobernantes), prefieren destinar los fondos a asuntos infinitamente menos relevantes.
Esto tiene un nombre: "serendipia" ( http://es.wikipedia.org/wiki/Serendipia )
#3 O chiripa, que es más de andar por casa. Y así nos entendemos todos.
Sólo 8 comentarios y es la mejor noticia que he leído hoy. Muy interesante y amena la entrada.
Me ha encantado el golpe final de la relación con los murciélagos.
Muy interesante! y muestra la bonita labora de la investigación, que va desde estar encerrado en un laboratorio, a pasear por el campo recogiendo flores.
En otro artículo, no recuerdo de qué tema, hablaban de la metátesis, palabras que se transforman incorrectamente. En este caso habla de la metátesis de la palabra "murciélago", que viene de "murciégalo" pero en el artículo aparece las dos veces escrito "bien".
#7 Venía a comentar justo también lo de la metátesis.
Parece muy interesante el artículo (muy técnico), pero no me he enterado de nada. Lástima de mis escasos conocimientos de química.
De los mejores artículos científicos que he leído en Menéame.
Tengo una duda: ¿cómo se las arregla el murciélago para congelar las flores? Porque en las noches de helada las flores se cierran, lo que impediría la polinización, creo.
Muy interesante artículo, me acordaré de él cuando me tome un gin-tonic verde fosforito
#10 Las flores no congeladas siguen siendo fluorescentes, solo que en menor medida, de tal modo que nosotros no podríamos distinguirlo (pero un murciélago con un solo receptor sí). El congelamiento solo intensifica la fluorescencia, no la crea.
#11 Exacto.