No se ve la luz al final del túnel en esta guerra cultural que busca censurar los valores liberales y progresistas y destruir la verdad para imponer un fascismo tropical. Como hago notar en Al filo de la democracia, la élite se cansó de jugar a la democracia. Pero la historia del nazismo nos recuerda que las élites que se quedaron calladas ante los avances del autoritarismo al final fueron engullidas por ellos. La autora es una cineasta brasileña cuya película más reciente, Al filo de la democracia, fue nominada al Óscar como mejor documental
Comentarios
#0 La etiqueta fascismo no ayuda precisamente a parecer objetivo...
#1 No es mi meta en la vida parecer objetivo, pero gracias por el apunte. De todos modos, considero que Bolsonaro sí es un fascista de nuevo cuño, objetivamente hablando.
#2 Entonces ya que metes opinión personal... Microblogging?
#3 La autora del artículo califica al gobierno de Bolsonaro como "fascismo tropical". Hasta luego!
#3 es un artículo de opinión que me pareció interesante, y lo describo tal cual, no veo el microblogging por ningún lado, no??
#1 fascismo no es un adjetivo. Es la definición de una ideología. Ni hay que llamarlo por su nombre?
#1 Pero es cierta y realmente descriptiva.
#1 Estás de acuerdo con Umberto Eco en la lectura que hace del Ur-fascismo, o crees que sin las condiciones de depresión mundial y brutalización de la época es un anacronismo obvio?
#7 Parece que el bueno de Eco dio en el clavo, después de 25 años desde que escribió los 14 puntos, parece que esta gente, los fascistas, los quiere calcar uno por uno, por mucho que se quejen de la denominación.
#1 Que tú afirmes que Bolsonaro no tiene relación con el fascismo, también nos da pistas de tu objetividad.
#13 ¿Afirmo yo eso?
#15 Afirmas que a una noticia que habla de los comportamientos fascistas de Bolsonaro hay que quitarle la etiqueta "fascismo" para darle apariencia de objetividad. Como si afirmar que el comportamiento de Bolsonaro es fascista fuese una apreciación subjetiva.
En resumen.
Un tio suelta una burrada muy facha y le cesan al dia siguiente. El periodista llega a la conclusión de que los que le cesan son muy fachas, porqué... bueno, porque sí
Un periodista presuntamente hackea los móviles de funcionarios públicos, y la fiscalía le acusa de hackear los móviles de funcionarios públicos.... ¡fascismo!
Posteriormente, el periodista dice que que Bolsonaro haga acusaciones de fake news es de nazis (literalmente, lo compara a Lügenpresse). Acto seguido... acusa a Bolsonaro de fake news. No parece que el periodista se de cuenta de la ligera ironía del asunto.
Por cierto, por curiosidad me he metido en el link que enlaza a la censura artística (¡fascista!), y el primer caso era literalmente que la policía les prohibió tocar porque un vecino les había llamado para denunciar el nivel de ruido. ¿Que es eso de querer que te dejen dormir? ¡eso de fascistas!
No se puede luchar contra la realidad. La realidad es imbatible por más que se quiera ocultar ni manipular. No se puede ocultar para siempre. Y eso es válido para Bolsonaro y también es válido para las fantasías progres.
Es curioso verte a ti diseccionar un meneo para intentar desmontarlo tras haber difundido tantos bulos.
Dedicado al políticamente incorrecto que me tiene en ignore y ha dedicado una parrafada a pretender desmontar un artículo a base de fingir que no hay contextos y que todo está muy bien en brasil.
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