Hace 4 años | Por pablisako a abc.es
Publicado hace 4 años por pablisako a abc.es

El dispositivo de grabación, una colección de sensores electrónicos encerrada en una carcasa de plástico, fue colocada cerca de la aleta izquierda de una ballena en la bahía de Monterey (California). La caja tenía cuatro ventosas para garantizar la adherencia a la piel. Dos de ellas llevaban incrustados los electrodos, que pudieron registrar la frecuencia cardíaca.

Comentarios

pablisako

#2 ok., cerrada

pablisako

Los datos capturados son sorprendentes. Muestran que el órgano trabaja al límite, lo que explica que estos animales no puedan evolucionar para ser aún más grandes. Y que, al mínimo, late mucho más despacio de lo esperado: solo dos veces por minuto.
Los datos sugieren que el órgano trabaja al límite, lo que puede explicar por qué el cetáceo no es aún más grande