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#5:
Traducción en bruto :
Nuevas pruebas presentadas en una importante demanda del 11 de septiembre contra el gobierno saudí revelan que su embajada en Washington podría haber financiado un simulacro por los secuestros llevados a cabo por dos empleados saudíes, reforzando aún más el reclamo que los empleados y agentes del reino dirigieron y ayudaron a los secuestradores y conspiradores del 11 de septiembre.
Dos años antes de los ataques aéreos, la embajada saudí pagó a dos ciudadanos saudíes, que vivían encubiertos en los Estados Unidos como estudiantes, para volar de Phoenix a Washington para simular los atentados del 11 de septiembre, alega la queja enmendada presentada en nombre de las familias de unas 1.400 víctimas que murieron en los atentados terroristas hace 16 años.
La presentación de la corte proporciona nuevos detalles que pintan "un patrón de apoyo financiero y operativo" para la conspiración del 11 de septiembre de fuentes oficiales sauditas, dicen los abogados de los demandantes. De hecho, el gobierno saudí puede haber estado involucrado en la suscripción de los ataques desde las primeras etapas, incluyendo la prueba de seguridad de la cabina de mando.
Durante mucho tiempo hemos afirmado que hubo relaciones duraderas y estrechas entre Al Qaeda y los componentes religiosos del gobierno saudí ", dijo Sean Carter, el abogado principal de los demandantes del 11 de septiembre. "Esto es una prueba más de eso."
Abogados representando a Arabia Saudita presentaron el mes pasado una moción para desestimar la demanda, la cual finalmente podría estar encaminada a juicio ahora que el Congreso ha despejado los obstáculos diplomáticos e inmunes. Un juez federal de Manhattan ha pedido a los demandantes del 11 de septiembre, representados por la firma legal Cozen O' Connor, que respondan a la moción para noviembre.
Citando documentos del FBI, la denuncia alega que los estudiantes saudíes -Mohammed al-Qudhaeein y Hamdan al-Shalawi- eran de hecho miembros de "la red de agentes del Reino en los Estados Unidos" y participaron en la conspiración terrorista.
Habían entrenado en los campamentos de Al Qaeda en Afganistán al mismo tiempo que algunos de los secuestradores estaban allí. Y mientras vivían en Arizona, tenían contactos regulares con un piloto secuestrador saudí y un líder de Al Qaeda saudita, ahora encarcelado en Gitmo. Al menos uno de ellos intentó volver a entrar en los Estados Unidos un mes antes de los ataques como posible secuestrador muscular, pero se le negó la admisión porque apareció en una lista de vigilancia terrorista.
Tanto Qudhaeein como Shalawi trabajaban para el gobierno saudí y recibían dinero del mismo, mientras que Qudhaeein trabajaba en el Ministerio de Asuntos Islámicos. Shalawi también era "un empleado del gobierno saudí desde hace mucho tiempo", y estaban en "contacto frecuente" con funcionarios saudíes mientras se encontraban en Estados Unidos, según los archivos.
Durante un vuelo de América del Oeste a Washington en noviembre de 1999, se informa que Qudhaeein y Shalawi intentaron múltiples veces acceder a la cabina del avión para intentar probar la seguridad de la cubierta de vuelo antes de los secuestros.
Después de abordar el avión en Phoenix, comenzaron a hacer preguntas técnicas a los asistentes de vuelo sobre el vuelo que los asistentes encontraron sospechoso ", según un resumen de los expedientes del FBI.
Cuando el avión estaba en vuelo, al-Qudhaeein preguntó dónde estaba el baño; uno de los asistentes de vuelo le señaló a la parte trasera del avión ", añadió. "Sin embargo, al-Qudhaeein fue al frente del avión e intentó en dos ocasiones entrar en la cabina."
Los pilotos estaban tan asustados por los pasajeros saudíes y su comportamiento agresivo que hicieron un aterrizaje de emergencia en Ohio. En el suelo allí, la policía los esposó y los detuvo. Aunque el FBI los interrogó más tarde, decidió no perseguir a la acusación.
Pero después de que el FBI descubrió que un sospechoso en una investigación antiterrorista en Phoenix conducía el coche de Shalawi, la oficina abrió un caso de contraterrorismo en Shalawi. Luego, en noviembre de 2000, el FBI recibió información según la cual Shalawi había recibido entrenamiento en campos terroristas en Afganistán y había recibido entrenamiento con explosivos para realizar ataques contra objetivos estadounidenses. La oficina también sospechaba que Qudhaeein era un agente de inteligencia saudí, debido a sus frecuentes contactos con funcionarios saudíes.
Además, los investigadores se enteraron de que los dos sauditas viajaron a Washington para asistir a un simposio organizado por la Embajada de Arabia Saudita en colaboración con el Instituto de Ciencias Islámicas y Árabes de Estados Unidos, que fue presidido por el embajador saudí. Antes de ser clausurado por vínculos terroristas, IIASA empleó como conferenciante al difunto clérigo de al-Qaeda Anwar al-Awlaki. Awlaki ministró a algunos de los secuestradores y les ayudó a obtener viviendas e identificaciones.
El FBI también confirmó que los pasajes de avión de Qudhaeein y Shalawi para el simulacro anterior al 11 de septiembre fueron pagados por la embajada saudita.
El simulacro revela más huellas digitales del gobierno saudí ", dijo Kristen Breitweiser, una de las demandantes neoyorquinas, cuyo esposo pereció en el World Trade Center.
Estos tipos fueron empleados del gobierno saudí durante años y fueron pagados por el gobierno saudí ", agregó. "De hecho, la embajada saudita pagó sus boletos de avión para el simulacro."
Tras el incidente del 19 de noviembre de 1999, que tuvo lugar menos de dos meses antes de que los primeros secuestradores entraran en Estados Unidos, ambos hombres saudíes ocuparon cargos como empleados del gobierno saudí en la Universidad Islámica Saudita Imam Muhammad Ibn, padre de IIASA,"un indicio más de sus vínculos de larga data con el gobierno saudí", afirma la denuncia del 11 de septiembre.
Carter dijo en una entrevista que las acusaciones de que la embajada saudita patrocinó el simulacro antes del 11 de septiembre -junto con cargos de otra participación saudí en la trama del 11 de septiembre, desde California hasta Florida- se basan en "casi 5.000 páginas de evidencia presentada e incorporada por referencia a la denuncia".
Incluyen "todos los informes del FBI que hemos podido obtener", aunque cientos de miles de páginas de documentos gubernamentales relacionados con el financiamiento del terrorismo saudí siguen siendo secretos.
Los intentos de ponerse en contacto con abogados que representaban al gobierno saudí por teléfono y correo electrónico no tuvieron éxito. Sin embargo, en la moción del mes pasado para desestimar la demanda, argumentaron que los demandantes no pueden probar el reino o sus empleados apoyaron directamente a los secuestradores.
Nuevas pruebas presentadas en una importante demanda del 11 de septiembre contra el gobierno saudí revelan que su embajada en Washington podría haber financiado un simulacro por los secuestros llevados a cabo por dos empleados saudíes, reforzando aún más el reclamo que los empleados y agentes del reino dirigieron y ayudaron a los secuestradores y conspiradores del 11 de septiembre.
Dos años antes de los ataques aéreos, la embajada saudí pagó a dos ciudadanos saudíes, que vivían encubiertos en los Estados Unidos como estudiantes, para volar de Phoenix a Washington para simular los atentados del 11 de septiembre, alega la queja enmendada presentada en nombre de las familias de unas 1.400 víctimas que murieron en los atentados terroristas hace 16 años.
La presentación de la corte proporciona nuevos detalles que pintan "un patrón de apoyo financiero y operativo" para la conspiración del 11 de septiembre de fuentes oficiales sauditas, dicen los abogados de los demandantes. De hecho, el gobierno saudí puede haber estado involucrado en la suscripción de los ataques desde las primeras etapas, incluyendo la prueba de seguridad de la cabina de mando.
Durante mucho tiempo hemos afirmado que hubo relaciones duraderas y estrechas entre Al Qaeda y los componentes religiosos del gobierno saudí ", dijo Sean Carter, el abogado principal de los demandantes del 11 de septiembre. "Esto es una prueba más de eso."
Abogados representando a Arabia Saudita presentaron el mes pasado una moción para desestimar la demanda, la cual finalmente podría estar encaminada a juicio ahora que el Congreso ha despejado los obstáculos diplomáticos e inmunes. Un juez federal de Manhattan ha pedido a los demandantes del 11 de septiembre, representados por la firma legal Cozen O' Connor, que respondan a la moción para noviembre.
Citando documentos del FBI, la denuncia alega que los estudiantes saudíes -Mohammed al-Qudhaeein y Hamdan al-Shalawi- eran de hecho miembros de "la red de agentes del Reino en los Estados Unidos" y participaron en la conspiración terrorista.
Habían entrenado en los campamentos de Al Qaeda en Afganistán al mismo tiempo que algunos de los secuestradores estaban allí. Y mientras vivían en Arizona, tenían contactos regulares con un piloto secuestrador saudí y un líder de Al Qaeda saudita, ahora encarcelado en Gitmo. Al menos uno de ellos intentó volver a entrar en los Estados Unidos un mes antes de los ataques como posible secuestrador muscular, pero se le negó la admisión porque apareció en una lista de vigilancia terrorista.
Tanto Qudhaeein como Shalawi trabajaban para el gobierno saudí y recibían dinero del mismo, mientras que Qudhaeein trabajaba en el Ministerio de Asuntos Islámicos. Shalawi también era "un empleado del gobierno saudí desde hace mucho tiempo", y estaban en "contacto frecuente" con funcionarios saudíes mientras se encontraban en Estados Unidos, según los archivos.
Durante un vuelo de América del Oeste a Washington en noviembre de 1999, se informa que Qudhaeein y Shalawi intentaron múltiples veces acceder a la cabina del avión para intentar probar la seguridad de la cubierta de vuelo antes de los secuestros.
Después de abordar el avión en Phoenix, comenzaron a hacer preguntas técnicas a los asistentes de vuelo sobre el vuelo que los asistentes encontraron sospechoso ", según un resumen de los expedientes del FBI.
Cuando el avión estaba en vuelo, al-Qudhaeein preguntó dónde estaba el baño; uno de los asistentes de vuelo le señaló a la parte trasera del avión ", añadió. "Sin embargo, al-Qudhaeein fue al frente del avión e intentó en dos ocasiones entrar en la cabina."
Los pilotos estaban tan asustados por los pasajeros saudíes y su comportamiento agresivo que hicieron un aterrizaje de emergencia en Ohio. En el suelo allí, la policía los esposó y los detuvo. Aunque el FBI los interrogó más tarde, decidió no perseguir a la acusación.
Pero después de que el FBI descubrió que un sospechoso en una investigación antiterrorista en Phoenix conducía el coche de Shalawi, la oficina abrió un caso de contraterrorismo en Shalawi. Luego, en noviembre de 2000, el FBI recibió información según la cual Shalawi había recibido entrenamiento en campos terroristas en Afganistán y había recibido entrenamiento con explosivos para realizar ataques contra objetivos estadounidenses. La oficina también sospechaba que Qudhaeein era un agente de inteligencia saudí, debido a sus frecuentes contactos con funcionarios saudíes.
Además, los investigadores se enteraron de que los dos sauditas viajaron a Washington para asistir a un simposio organizado por la Embajada de Arabia Saudita en colaboración con el Instituto de Ciencias Islámicas y Árabes de Estados Unidos, que fue presidido por el embajador saudí. Antes de ser clausurado por vínculos terroristas, IIASA empleó como conferenciante al difunto clérigo de al-Qaeda Anwar al-Awlaki. Awlaki ministró a algunos de los secuestradores y les ayudó a obtener viviendas e identificaciones.
El FBI también confirmó que los pasajes de avión de Qudhaeein y Shalawi para el simulacro anterior al 11 de septiembre fueron pagados por la embajada saudita.
El simulacro revela más huellas digitales del gobierno saudí ", dijo Kristen Breitweiser, una de las demandantes neoyorquinas, cuyo esposo pereció en el World Trade Center.
Estos tipos fueron empleados del gobierno saudí durante años y fueron pagados por el gobierno saudí ", agregó. "De hecho, la embajada saudita pagó sus boletos de avión para el simulacro."
Tras el incidente del 19 de noviembre de 1999, que tuvo lugar menos de dos meses antes de que los primeros secuestradores entraran en Estados Unidos, ambos hombres saudíes ocuparon cargos como empleados del gobierno saudí en la Universidad Islámica Saudita Imam Muhammad Ibn, padre de IIASA,"un indicio más de sus vínculos de larga data con el gobierno saudí", afirma la denuncia del 11 de septiembre.
Carter dijo en una entrevista que las acusaciones de que la embajada saudita patrocinó el simulacro antes del 11 de septiembre -junto con cargos de otra participación saudí en la trama del 11 de septiembre, desde California hasta Florida- se basan en "casi 5.000 páginas de evidencia presentada e incorporada por referencia a la denuncia".
Incluyen "todos los informes del FBI que hemos podido obtener", aunque cientos de miles de páginas de documentos gubernamentales relacionados con el financiamiento del terrorismo saudí siguen siendo secretos.
Los intentos de ponerse en contacto con abogados que representaban al gobierno saudí por teléfono y correo electrónico no tuvieron éxito. Sin embargo, en la moción del mes pasado para desestimar la demanda, argumentaron que los demandantes no pueden probar el reino o sus empleados apoyaron directamente a los secuestradores.
#4:
solo he podido encontrar este vídeo, si alguien encuentra el vídeo completo es bestial.
https://vimeo.com/119302995
https://vimeo.com/119302995
#6:
#3 
Más bien, creo que se debe a esto:
La historia surge por la aprobación de una ley estadounidense el año pasado que permite a las familias de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre demandar al gobierno saudí.
La ley, que originalmente fue vetada por el entonces presidente Barack Obama, permite a los supervivientes y familiares de las víctimas perseguir casos contra gobiernos extranjeros en la corte federal de EE. UU. y exigir compensación si se demuestra que dichos gobiernos tienen alguna responsabilidad por los ataques en suelo estadounidense.
Más bien, creo que se debe a esto:La historia surge por la aprobación de una ley estadounidense el año pasado que permite a las familias de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre demandar al gobierno saudí.
La ley, que originalmente fue vetada por el entonces presidente Barack Obama, permite a los supervivientes y familiares de las víctimas perseguir casos contra gobiernos extranjeros en la corte federal de EE. UU. y exigir compensación si se demuestra que dichos gobiernos tienen alguna responsabilidad por los ataques en suelo estadounidense.
Comentarios
solo he podido encontrar este vídeo, si alguien encuentra el vídeo completo es bestial.
#4 Muy bueno
#4
#4 Aquí completo:
Traducción en bruto :
Nuevas pruebas presentadas en una importante demanda del 11 de septiembre contra el gobierno saudí revelan que su embajada en Washington podría haber financiado un simulacro por los secuestros llevados a cabo por dos empleados saudíes, reforzando aún más el reclamo que los empleados y agentes del reino dirigieron y ayudaron a los secuestradores y conspiradores del 11 de septiembre.
Dos años antes de los ataques aéreos, la embajada saudí pagó a dos ciudadanos saudíes, que vivían encubiertos en los Estados Unidos como estudiantes, para volar de Phoenix a Washington para simular los atentados del 11 de septiembre, alega la queja enmendada presentada en nombre de las familias de unas 1.400 víctimas que murieron en los atentados terroristas hace 16 años.
La presentación de la corte proporciona nuevos detalles que pintan "un patrón de apoyo financiero y operativo" para la conspiración del 11 de septiembre de fuentes oficiales sauditas, dicen los abogados de los demandantes. De hecho, el gobierno saudí puede haber estado involucrado en la suscripción de los ataques desde las primeras etapas, incluyendo la prueba de seguridad de la cabina de mando.
Durante mucho tiempo hemos afirmado que hubo relaciones duraderas y estrechas entre Al Qaeda y los componentes religiosos del gobierno saudí ", dijo Sean Carter, el abogado principal de los demandantes del 11 de septiembre. "Esto es una prueba más de eso."
Abogados representando a Arabia Saudita presentaron el mes pasado una moción para desestimar la demanda, la cual finalmente podría estar encaminada a juicio ahora que el Congreso ha despejado los obstáculos diplomáticos e inmunes. Un juez federal de Manhattan ha pedido a los demandantes del 11 de septiembre, representados por la firma legal Cozen O' Connor, que respondan a la moción para noviembre.
Citando documentos del FBI, la denuncia alega que los estudiantes saudíes -Mohammed al-Qudhaeein y Hamdan al-Shalawi- eran de hecho miembros de "la red de agentes del Reino en los Estados Unidos" y participaron en la conspiración terrorista.
Habían entrenado en los campamentos de Al Qaeda en Afganistán al mismo tiempo que algunos de los secuestradores estaban allí. Y mientras vivían en Arizona, tenían contactos regulares con un piloto secuestrador saudí y un líder de Al Qaeda saudita, ahora encarcelado en Gitmo. Al menos uno de ellos intentó volver a entrar en los Estados Unidos un mes antes de los ataques como posible secuestrador muscular, pero se le negó la admisión porque apareció en una lista de vigilancia terrorista.
Tanto Qudhaeein como Shalawi trabajaban para el gobierno saudí y recibían dinero del mismo, mientras que Qudhaeein trabajaba en el Ministerio de Asuntos Islámicos. Shalawi también era "un empleado del gobierno saudí desde hace mucho tiempo", y estaban en "contacto frecuente" con funcionarios saudíes mientras se encontraban en Estados Unidos, según los archivos.
Durante un vuelo de América del Oeste a Washington en noviembre de 1999, se informa que Qudhaeein y Shalawi intentaron múltiples veces acceder a la cabina del avión para intentar probar la seguridad de la cubierta de vuelo antes de los secuestros.
Después de abordar el avión en Phoenix, comenzaron a hacer preguntas técnicas a los asistentes de vuelo sobre el vuelo que los asistentes encontraron sospechoso ", según un resumen de los expedientes del FBI.
Cuando el avión estaba en vuelo, al-Qudhaeein preguntó dónde estaba el baño; uno de los asistentes de vuelo le señaló a la parte trasera del avión ", añadió. "Sin embargo, al-Qudhaeein fue al frente del avión e intentó en dos ocasiones entrar en la cabina."
Los pilotos estaban tan asustados por los pasajeros saudíes y su comportamiento agresivo que hicieron un aterrizaje de emergencia en Ohio. En el suelo allí, la policía los esposó y los detuvo. Aunque el FBI los interrogó más tarde, decidió no perseguir a la acusación.
Pero después de que el FBI descubrió que un sospechoso en una investigación antiterrorista en Phoenix conducía el coche de Shalawi, la oficina abrió un caso de contraterrorismo en Shalawi. Luego, en noviembre de 2000, el FBI recibió información según la cual Shalawi había recibido entrenamiento en campos terroristas en Afganistán y había recibido entrenamiento con explosivos para realizar ataques contra objetivos estadounidenses. La oficina también sospechaba que Qudhaeein era un agente de inteligencia saudí, debido a sus frecuentes contactos con funcionarios saudíes.
Además, los investigadores se enteraron de que los dos sauditas viajaron a Washington para asistir a un simposio organizado por la Embajada de Arabia Saudita en colaboración con el Instituto de Ciencias Islámicas y Árabes de Estados Unidos, que fue presidido por el embajador saudí. Antes de ser clausurado por vínculos terroristas, IIASA empleó como conferenciante al difunto clérigo de al-Qaeda Anwar al-Awlaki. Awlaki ministró a algunos de los secuestradores y les ayudó a obtener viviendas e identificaciones.
El FBI también confirmó que los pasajes de avión de Qudhaeein y Shalawi para el simulacro anterior al 11 de septiembre fueron pagados por la embajada saudita.
El simulacro revela más huellas digitales del gobierno saudí ", dijo Kristen Breitweiser, una de las demandantes neoyorquinas, cuyo esposo pereció en el World Trade Center.
Estos tipos fueron empleados del gobierno saudí durante años y fueron pagados por el gobierno saudí ", agregó. "De hecho, la embajada saudita pagó sus boletos de avión para el simulacro."
Tras el incidente del 19 de noviembre de 1999, que tuvo lugar menos de dos meses antes de que los primeros secuestradores entraran en Estados Unidos, ambos hombres saudíes ocuparon cargos como empleados del gobierno saudí en la Universidad Islámica Saudita Imam Muhammad Ibn, padre de IIASA,"un indicio más de sus vínculos de larga data con el gobierno saudí", afirma la denuncia del 11 de septiembre.
Carter dijo en una entrevista que las acusaciones de que la embajada saudita patrocinó el simulacro antes del 11 de septiembre -junto con cargos de otra participación saudí en la trama del 11 de septiembre, desde California hasta Florida- se basan en "casi 5.000 páginas de evidencia presentada e incorporada por referencia a la denuncia".
Incluyen "todos los informes del FBI que hemos podido obtener", aunque cientos de miles de páginas de documentos gubernamentales relacionados con el financiamiento del terrorismo saudí siguen siendo secretos.
Los intentos de ponerse en contacto con abogados que representaban al gobierno saudí por teléfono y correo electrónico no tuvieron éxito. Sin embargo, en la moción del mes pasado para desestimar la demanda, argumentaron que los demandantes no pueden probar el reino o sus empleados apoyaron directamente a los secuestradores.
#5 brutal. Las sospechas se van confirmando. A ver si logran que caiga Bush
#7 Si crees que lo hizo George Bush es que aun no sabes quién gobierna realmente EEUU.
#14 Bush fue uno de los artífices, no? Supongo que fue la industria armamentística la que lo organizó en término último
#16 Frio. Bush, Obama, Trump son peleles, no tienen poder real en la Casa Blanca. Hay que escarbar más profundo para encontrar culpables: CIA, SIS/MI6, GID y Mossad.
#17 crees que Bush no sabía lo que iba a pasar? Crees que la CIA, SIS/MI6, GID y Mossad actúan de manera independiente de los poderes económicos de las grandes industrias? Entonces en término último será Wall Street la culpable, no?
#18 Claro que lo sabía, pero eso es muy diferente a tener la culpa. Los poderes económicos, véase grandes banqueros, inversores, etc, han sacado tajada económica de la muerte de esa gente.
Sin ir más lejos: Larry Abraham Silverstein, especulador judío, aseguró las torres por 3.500 millones de euros con 22 compañías distintas, un mes antes del atentado. Cobró también 861 millones por el derrumbe del Edificio 7. Este edificio tenía un departamento encargado de destapar los pufos fiscales de las grandes corporaciones. En los sótanos de este edificio, había toneladas de oro en lingotes, procedente de China, que también desapareció. Y podemos seguir. Pero el cerebro muy probablemente sean las agencias de inteligencia, asesorados por las reuniones Bilderberg a puertas cerradas.
Más info: http://www.aljazeera.com/news/2017/09/saudi-embassy-funded-911-dry-run-report-170909223532351.html
Si los 3 periodistas que fallecieron misteriosamente en la misma semana hubieran sacado el documental que estaban preparando sobre el 11S, ahora sabríamos más cosillas.
de esto hablan en el documental Zeitgeist, que hubo entrenamientos/simulacros.
la peligrosa alianza
#11 Ahí falta Arabia Saudí y Gran Bretaña.
Curioso que salgan estas noticias ahora que los Teslas y las energías renovables están al alza...
#3
Más bien, creo que se debe a esto:
La historia surge por la aprobación de una ley estadounidense el año pasado que permite a las familias de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre demandar al gobierno saudí.
La ley, que originalmente fue vetada por el entonces presidente Barack Obama, permite a los supervivientes y familiares de las víctimas perseguir casos contra gobiernos extranjeros en la corte federal de EE. UU. y exigir compensación si se demuestra que dichos gobiernos tienen alguna responsabilidad por los ataques en suelo estadounidense.
Esto de Cataluña se está poniendo muy de Le Carré...
Vamos que como se dijo en un principio, se sabía donde se tenía que saber