Publicado hace 10 años por JoseMartinCR a principiamarsupia.com

Puede que los investigadores seamos feos, tímidos, hipócritas, vanidosos, impacientes, obsesivos, rencorosos y egoístas. En general somos también muy malos en la cama. Pero tenemos sentido del humor. Hoy tengo el honor de presentaros a Brendan McMonigal, un estudiante de doctorado en el Departamento de Física de la Universidad de Sydney, que propuso matrimonio a su novia a través de un artículo científico.

Comentarios

JoseMartinCR

El resultado de nuestro estudio queda reflejado en la Figura 1 y muestra que con un alto grado de confianza matemática, la felicidad proyectada es una función creciente con el tiempo. Teniendo en cuenta esta conclusión, el autor propone a Christie [apellido] la continuación indefinida del estudio.
lol