Desde los más remotos tiempos el desnivel intelectual, nacido, naturalmente, como el físico en el seno de las sociedades humanas, y agrandado y desarrollado artificialmente después en provecho aparente de los menos y en perjuicio de los más, primero y de todos al fin, ha sido la causa fundamental de la calamidad que lamentamos, origen, a su vez, de cuantos males han afligido y pesan todavía sobre los mortales.