Y cuando crees que todo no podía ser más hipócrita triste falso edulcorado fingido y ficticio va y viene Campofrío y te tira de la silla. Te despierta de tu burbuja de felicidad navideña y te empalaga hasta la médula con su pseudo-sensiblismo de lagrima fácil más sensacionalista que un reportero de antena 3 enfocando un charco de sangre del último asesinato mientras llama al vecino al portal para preguntarle si el asesino era un tipo normal y corriente.
Comentarios
España exporta... a sus hijos.
¿Navidad? ¿quien ha de celebrar eso?, quiza con una buena cacerolada en cuando aparezca el monarca en desconexión nacional por todas las teles, radios y repetidores.
FELIZ CACEROLADA.