El 30 de junio de 2003, durante diez minutos, la ciencia ficción se convirtió, simple y llanamente, en ciencia. Un equipo hispanofrancés consiguió devolver a la vida a una especie extinta solo para ver cómo se volvía a extinguir. El bucardo era una subespecie de cabra montesa que llevaba milenios vagando por los Pirineos hasta que a finales del siglo XX los cazadores redujeron su población a un solo ejemplar. Celia murió por primera vez en el año 2000 al caerse de un árbol. Celia murió por segunda vez en 2003, por culpa de una malformación en l
Comentarios
Hombre, la diversidad genética es importante. No parece un disparate optar por la desextinción, aunque haya otros animales que funcionalmente sean similares para el ecosistema.
me. encantaría ver un mamut vivo y a un dientes de sable tambien
#2 al dientes de sable le gustaría verte a tí
#3 no lo dudo